* SCT-Guerrero abandonó trabajos
* La México-Acapulco “libre”, dañada
* Ni siquiera la Policía Federal circula
POR JORGE VALDEZ REYCEN
En el abandono permanece la carretera federal México-Acapulco, en varios tramos, luego de los efectos de los huracanes “Ingrid” y “Manuel”.
La delegación Guerrero de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) abandonó desde hace más de tres meses los trabajos de reconstrucción de deslaves en los tramos Ocotito-Palo Blanco, considerada la de mayores daños, al desgajarse varios cerros.
Además, el patrullaje de la Policía Federal, división Caminos, no es regular, como tampoco la presencia de los “Ángeles Verdes”, que se han enfocado a la Autopista del Sol, dejando a la deriva y a su suerte a los usuarios de la carretera llamada “libre”.
Por lo menos se han montado cinco retenes por parte de Policías Comunitarios del FUSDEG y la UPOEG en comunidades del municipio de Chilpancingo, desde Petaquillas, Acahuizotla, Rincón de la Vía, Cajeles, El Ocotito, Mohoneras, donde se apostaron personas con botes pidiendo apoyo económico a automovilistas.
En las cercanías del restaurante “Acapulco González”, muy cerca de Acahuizotla, la carretera observa vados peligrosos, desniveles, baches y sin ninguna señalización de que hay una obra a medio terminar. En “Agua de Obispo”, nuevamente se presentan hundimientos y asentamientos peligrosos.
El delegado de la SCT-Guerrero, Eduardo Abreu Rodríguez, declaró en septiembre pasado que ya los trabajos “habían concluido”, lo cual resulta una verdadera falacia e irresponsabilidad.
Abreu Rodríguez recordó que la inversión que se hizo para la contingencia de los huracanes fue de 12 mil millones de pesos aproximadamente, los cuales “se ejercieron”.
Indicó que entre los programas de reconstrucción que actualmente llevan a cabo, están caminos rurales y modernización de carreteras, entre otros.
Lo cierto es que Abreu podría estar tomando el pelo a los guerrerenses y dando cifras alegres, porque en los hechos la carretera federal luce peligrosa y con obras pésimas, sin concluir y llenas de hoyancos.
Si a pesar de lo aquí descrito tuviera incredulidad o dudas el señor delegado, lo invito a que maneje su vehículo y constate el pésimo estado de la carretera México-Acapulco, en los tramos de Chilpancingo-Tierra Colorada. Y ya de refilón se siga hasta Xaltianguis, para que vea las condiciones reales de la principal vía carretera. Ya si quiere ir a la Montaña y hacer un “tour” de supervisión de la carretera, mucho lo van a agradecer los habitantes de la zona más pobre de la entidad.
La simulación no debe tolerarse y Abreu Rodríguez está obligado a responderle al secretario Gerardo Ruiz Esparza de los resultados en la reconstrucción de los más de 10 mil kilómetros que dice haber reparado y los 12 mil millones de pesos reportados como ejercidos. De a millón por kilómetro gastado, quizá un poco más. Cuando ni siquiera los costos de una constructora de “medio pelo” cobraría los 300 mil pesos por kilómetro.
Aquí hay “gato encerrado” y no precisamente hablamos de Abreu Rodríguez… Nos leemos mañana, SIN MEDIAS TINTAS.