* Sigue operando a pesar de que desde hace un par de años superó su capacidad y por ello representa un riesgo sanitario para vecinos de esa zona

 

Jesús Saavedra

 

Habitantes, comerciantes, clientes de comercios y empleados de instituciones públicas del sur de la ciudad esperan que lo más pronto posible se construya el relleno sanitario intermunicipal que anunció el alcalde de este municipio, Marco Antonio Leyva Mena, lugar que desde junio del 2014 se había anunciado su cierre y continúa operando hasta la fecha.

El basurero municipal ubicado al sur de esta ciudad se ha convertido en un foco de infección y ha sido objeto de críticas severas por parte de autoridades y ambientalistas debido a que ha llegado, desde hace más de dos años, al límite de su capacidad, derivado de las 300 toneladas de basura que a diario acumula.

Desde el 8 de junio del 2014 se anunció el cierre del basurero a cielo abierto y se anunció una inversión de 30 millones de pesos para cerrar en definitiva ese basurero, el cual no obstante continúa operando.

Incluso en enero del 2015 la Procuraduría de Protección Ecológica del Estado de Guerrero (Propeg), pidió formalmente al ayuntamiento de Chilpancingo el cierre definitivo de ese centro de acopio de residuos sólidos donde se confina la basura de la capital, debido al riesgo sanitario y ambiental que representa para los capitalinos.

En esa ocasión, se puso énfasis que el embovedamiento de los residuos no se habían dejado chimeneas, para expulsar los gases que produce la basura y que existía el riesgo de incendio o de explosión en la zona.

El pasado sábado 2 de enero en un encuentro con reporteros de esta capital el alcalde de Chilpancingo, el alcalde Leyva Mena informó sobre el inicio de la construcción de un relleno “intermunicipal” en las inmediaciones del libramiento a Tixtla, al norte de Chilpancingo.

Aunque se desconoce en su totalidad el proyecto, su costo de inversión, y si será intermunicipal en responsabilidad compartida de gastos de operación y funcionamiento con el municipio de Tixtla o de Eduardo Neri.

Esa ocasión, Leyva Mena indicó que se iniciaría la construcción de la primera celda sanitaria del relleno y que en los próximos meses empezaría a operar, pero tampoco se aclaró el tiempo y si se clausuraría en definitiva el que se encuentra al sur de esta ciudad.

Mientras eso ocurre, miles de habitantes del sur de la ciudad se quejan por el mal olor que ocasionan los desechos depositados en ese basurero, que inclusive en temporada invernal han provocado un incremento en las enfermedades respiratorias; en esa zona también se encuentran varios centros comerciales y oficinas gubernamentales que a diario visitan miles de personas.