Tres presidentes municipales de Guerrero recibieron protección gubernamental, luego de que denunciaran amenazas de la delincuencia organizada.
Se trata de los alcaldes de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte y el de Zitlala, Roberto Zapoteco Castro, quienes utilizan camionetas blindadas y al igual que ellos, sus familias tienen escoltas.
Ambrosio Soto denunció que “Los Caballeros Templarios” pretendían extorsionarlo con 3 millones de pesos de “cuota”, quien ahora cuenta con un grupo de elementos federales como escoltas, mientras que a su familia la protegen agentes estatales.
Recientemente, Marco Antonio Leyva afirmó que tras asumir la alcaldía capitalina, estaba siendo presionado, al parecer por la delincuencia, y también cuenta con medidas cautelares. Agentes civiles y uniformados permanecen afuera de su domicilio, y él se desplaza en una unidad blindada.
Desde diciembre, luego de que en varias comunidades de Zitlala hubo una oleada de violencia derivada de la disputa entre “Los Rojos” y “Los Ardillos”, Roberto Zapoteco tiene un grupo de policías estatales como escoltas.
El más reciente hecho se registró este miércoles en Quetzalcoatlán de las Palmas, donde hombres armados mataron a seis sujetos y dejaron heridas a tres personas, entre estas, una mujer y un menor de edad.