* Ricardo Mejía, de Movimiento Ciudadano, aseguró que hay una minoría que “aterroriza a la mayoría de los ciudadanos que buscan un clima de paz y armonía”
Fernando Hernández
El Congreso del Estado aprobó un punto de acuerdo en el que se exige a los tres niveles de gobierno que se implementen mecanismos de coordinación y se garantice la seguridad de los alcaldes, así como de los integrantes de los cabildos municipales y de los servidores públicos involucrados en la impartición de justicia en la entidad.
En la primera sesión del 2016, el coordinador de los diputados de Movimiento Ciudadano (MC), Ricardo Mejía Berdeja, subió a tribuna para proponer un acuerdo en el que además se aprobó condenar el asesinato de la alcaldesa perredista de Temixco, Morelos, Gisela Mota Ocampo.
La iniciativa se aprobó sin mayor discusión y sin más intervenciones que la que hizo el coordinador de los legisladores perredistas, Sebastián de la Rosa Peláez, quien propuso que se adicionara al punto de acuerdo un llamado al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; al comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia; al gobernador Héctor Astudillo Flores; así como al secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes, “para que de forma coordinada con los ayuntamientos de la entidad, los tres órdenes de gobierno garanticen la seguridad de manera inmediata a los habitantes del estado”, así como de los regidores, síndicos y demás funcionarios del ayuntamiento, y no únicamente los alcaldes.
Guerrero y Morelos estados aterrorizados por una minoría
En su argumentación Mejía Berdeja dijo que “la ola de violencia no para en los estado del sur, el estado de México, Morelos y sobre todo Guerrero, se muestran día con día entidades donde solo una minoría aterroriza a la mayoría de los ciudadanos que buscan un clima de paz y armonía”
Y recordó que “en la mañana del día sábado 2 de enero de este año, fue asesinada Gisela Raquel Mota Ocampo, presidenta municipal de Temixco, del estado de Morelos; las personas quienes la privaron de su vida son los mismos que han mantenido la inseguridad en el estado de Morelos como el estado de Guerrero”.
Consideró que “este artero y cobarde crimen no solo fue en contra de la entonces presidenta municipal, sino un atentado al orden de gobierno municipal, a nuestros alcaldes de México. Claro está que los órdenes de gobierno no tienen que cesar frente a la inseguridad y la delincuencia. Guerrero debe tomar cartas en el tema de la inseguridad y violencia que hacen los grupos delincuenciales a nuestros presidentes municipales”.
El diputado advirtió que “ante la amenaza constante a nuestros alcaldes por los delincuentes, este Congreso del Estado no debe estar al margen de los hechos que acontecen en nuestra entidad. En este tenor de ideas el Gobierno federal y el Gobierno del estado, deben formar un grupo de coordinación para brindar seguridad no solo a los habitantes de los municipios en esta tierra; sino deben brindar seguridad a los alcaldes”.