Virginia Aguilar Hernández, directora general de Seguridad y Custodia Penitenciaria de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Guerrero, ya salió del quirófano y por el momento está en terapia intensiva, esto después de que sujetos desconocidos le dispararon en varias ocasiones cuando salía de sus oficinas, ubicadas en la calle Ayutla, número 30, de la colonia Progreso, lugar en donde estuvieron las oficinas del Instituto Federal Electoral (IFE), en esta capital.
En ese lugar, su chofer y escolta, Juan Manuel Cid Hernández, quedó gravemente lesionado y dos horas después de ser ingresado al Hospital, perdió la vida.
Según los informes proporcionados por el área de Comunicación Social de la SSP, hasta las 3 de la tarde, la lesionada permanece estable pero sí está en terapia intensiva.
Si bien en un principio se manejó 10 balazos en diferentes partes de su cuerpo, ahora se maneja que fueron cuatro en el tórax y otro en una de sus piernas.
Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha dado su posicionamiento respecto a estos hechos.
Cabe recordar que el incidente ocurrió la tarde noche del lunes, aproximadamente a las 8:10 de la noche, cuando la funcionaria se encontraba saliendo de las oficinas cuando fue atacada a balazos por varias personas, quien luego de disparar en diferentes ocasiones, escaparon a toda velocidad.
El ataque provocó escenas de pánico y terror entre las diferentes personas que ahí se encontraban, ya que esta calle suele ser muy transitada por decenas de transeúntes y automovilísticas, así que varios comercios cerraron y bajaron sus cortinas.
Elementos de la Policía Estatal fueron los primeros en llegar y trasladaron a los lesionados a un hospital a bordo de sus patrullas Al Hospital General “Raymundo Abarca Alarcón”, lugar en el que horas más tarde dejó de existir Cid Hernández.
Policías federales, estatales y efectivos castrenses acordonaron el lugar, lo que provocó caos vial.
El agente del Ministerio Público realizó sus diligencias, descubriendo que la unidad de la mujer presentaba dos impactos de bala, pero en el piso de la calle Ayutla se observaron varias manchas de sangre y casquillos percutidos de diversos calibres como de nueve milímetros y 38 súper, los cuales fueron asegurados.