Iglesia de Santa Prisca

 

Por Chanssonier

 

Una de las iglesias más hermosas por su arquitectura, es la de Santa Prisca que se yergue orgullosa, en el centro de la colonial ciudad de Taxco. Habiéndose iniciado los trabajos con la aprobación del arzobispo de México Rubio y Salinas, fue terminada y bendecida el 8 de diciembre de 1748, costeándole en su totalidad don José de la Borda, ascendiendo su construcción a 471,572 pesos y 5 medo reales, que cubrió el rico minero.

Según el erudito don Manuel Toussainta, en su raro y magnífico libro “Oaxaca y Taxco”, hizo una descripción detallada de ambas obras del barroco mexicano, elogiando con justificada razón el templo de Taxco, el que dedicaron las autoridades eclesiásticas a Santa Prisca, una adolescente de 12 años, quien fue martirizada por los judíos, por profesar la religión católica.

En la actualidad Taxco es visitado por el turismo nacional e internacional, por su hermosa iglesia; en el curso de la Semana Santa los festejos sacros son altamente concurridos; además cuenta con un clima benigno y cómodos hoteles para pasarse una feliz estancia.

Sus estrechas y retorcidas callejuelas, la que en mayor parte conserva el empedrado original que se le colocó, transporta mentalmente a épocas pasadas, en donde los hombres de capa y espada las recorrían con el rostro cubierto, pretendiendo esconder su identidad, sobre todo si se dirigían al domicilio de las féminas que les quitaban el sueño.

Ir a Taxco hoy es reencontrarse con el ayer, mirando sentado en una banca del jardín central, al mejor exponente de su cultura don Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza.

 

Desaparecidos jardines

 

Quienes sean personas de la llamada tercera edad, deberán recordar cómo eran los jardines públicos “Cuéllar y Bravo”, que ocupaban la actual plaza cívica “Primer Congreso” de Anáhuac”, despareciendo de paso la segunda calle de Bravo, la que dividía ambas zonas verdes, las que empezaron a ser desmanteladas por el gobierno encabezado por el médico Raymundo Abarca Alarcón, la cual no tuvo atractivo alguno, haciéndole con el correr de los años diversas remodelaciones, hasta quedar como ahora está.

El jardín “Cuéllar” se construyó en la parte poniente de la iglesia de la Asunción; el nombre le fue puesto para recordar a su constructor, el gobernador Rafael Cuéllar, político originario de Tlaxcala. El “Bravo se debe al gobernador Francisco O. Arce, jalisciense de nacimiento. Fue inaugurado en el año de 1886 al cumplirse el primer centenario del natalicio del héroe de la independencia, general Nicolás Bravo Rueda, colocándose en su centro la estatua del Héroe del Perdón, la que actualmente está en Chichihualco, porque alguien le dijo a Abarca Alarcón que allí había nacido, cosa totalmente falsa.

Con la desaparición de ambos jardines, fueron demolidos edificios que los circundaban, tales como el hotel “Treppiedi”, el Congreso del Estado, el Hotel Bravo, el Banco Nacional de México y diversas casas particulares. Hecha con mal gusto al poco le fueron retiradas dos fuentes, así como obeliscos levantados con pésimo gusto. Para aligerar el tránsito vehicular, el gobernador Alejandro Cervantes Delgado construyó el paso a desnivel que le da mayor anchura. Hace poco más de un año se le remodeló una vez más, quedando como se le conoce actualmente.