* “Hay cosas que lamentablemente se presentan como ayudas, pero que también lamentablemente son inducidas por la delincuencia organizada”, advirtió el gobernador ante empresarios

 

Gilberto Guzmán

 

“Guerrero no es un estado que pueda seguir avanzando en una ruta de violencia”, afirmó ayer el gobernador Héctor Astudillo Flores, al convocar a la sociedad en su conjunto a sumar sus esfuerzos para sacar a la entidad de los primeros lugares de inseguridad, corrupción y opacidad.

Advirtió que no se puede seguir permitiendo que en algunas zonas los grupos de autodefensa o policías comunitarios se enfrenten entre sí, a partir de mutuas acusaciones de tener vínculos con la delincuencia organizada.

En su mensaje al participar en la ceremonia de cambio de mesa directiva de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex-Chilpancingo), Astudillo dijo que las condiciones actuales requieren que haya una sociedad más organizada y comprometida con las buenas causas.

Reiteró que ante las circunstancias económicas difíciles en el país y en la entidad, y el crecimiento que ha ido a la baja, sostiene el compromiso de que los recursos de Guerrero se queden en la entidad, y por ello las obras de su gobierno serán asignadas a empresas locales, como lo ofreció en su campaña por la gubernatura.

El gobernador enumeró entre los factores que inciden en la economía nacional y local a la caída de los precios del petróleo así como el alza en el dólar, entre otras, que a pesar de la dificultad el país se ha mantenido en pie.

Destacó que Guerrero tiene fortalezas como ser el tercer estado productor de oro del país, pero podría ocupar el primer lugar en extracción. Sin embargo, agregó, el problema es cómo hacerle para que en los lugares donde hay yacimientos del metal “el oro no empiece a generar otro tipo de problemas, más violencia”.

“Tenemos que juzgar cómo si vamos a avanzar en la explotación del oro, no vayamos a ser también presas del pleito por lo que deja el oro en las regiones”, agregó el gobernador.

Recordó que recientemente se conformó en Guerrero el Fondo Minero que trajo 60 millones de pesos de inversión, pero la idea es que se incremente a por lo menos 400 millones de pesos que se sepan utilizar adecuadamente.

Astudillo subrayó que pese a las circunstancias actuales “no podemos dejar que la inseguridad y la violencia nos consuman”.

“Tenemos que parar la violencia, y tenemos que hacer un llamado a todos los que tienen que ver con los asuntos que tienen relación con la seguridad pública, pero también con los asuntos que tienen que ver con la participación, de alguna o de otra manera directa o indirectamente, de la violencia, a que ayuden”.

Aclaró que el llamado no es para quienes están fuera de la ley, los delincuentes, “a esos no les podemos pedir ayuda, a esos lo que les tenemos que decir es que se sometan a la ley”.

Dejó en claro que como gobernador de Guerrero está consciente de la problemática de inseguridad que afecta a la entidad, pero aclaró que no es Secretario ni de la Defensa Nacional o de la Marina para poder ordenar al Ejército nacional o a la Marina, para que actúen contra la delincuencia.

“Lamento mucho lo que pasa en la Sierra, pero también ahí hay un problema que tenemos que atenderlo de la mejor manera; no podemos permitir que ni unos ni otros se enfrenten y se acusen de vinculaciones con la delincuencia organizada”, al referirse a los recientes enfrentamientos en la zona.

Agregó que “tampoco podemos aceptar que sigan ocurriendo crímenes como lo que pasó en Chilapa hace unos días —y que volvió lamentablemente a atraer nota nacional que causa vergüenza e indignación—”, sobre el asesinato de menores de edad como parte de presuntos ajustes de cuentas entre grupos criminales.

El gobernador precisó que se debe tener claro que ese tipo de crímenes está ligado a la delincuencia organizada y al narcotráfico, y que no se puede autoengañar que a veces “hay cosas que lamentablemente se presentan como ayudas, pero que también lamentablemente son inducidas por la delincuencia organizada”, en aparente referencia a los grupos de autodefensa que surgen en comunidades y municipios, y son acusados de operar para grupos delictivos.

Agregó que como gobernador está decidido a hacer todo lo que le corresponda para atender la problemática en Guerrero, pero convocó a la participación de la sociedad y la ayuda de otras instancias para que se pueda salir adelante.

Indicó que Guerrero no es un estado que pueda desatenderse, y por ello hablará con quién sea necesario, incluido el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para exponer la delicada situación que requiere la intervención decidida del gobierno federal en la entidad.

Lamentó que en los últimos tiempos el conflicto haya dominado la escena guerrerense, pero hoy el problema obliga a atender la situación para evitar un destino peor para Guerrero.

“Guerrero no es un estado que pueda seguir avanzando en una ruta de violencia, Guerrero es un estado que la mayoría de todos y de todas quiere salir adelante, que tiene que romper las inercias; tenemos que salir del último lugar de la corrupción, del último lugar de la opacidad, y hasta del último lugar en la Chikungunya, pero tenemos que salir adelante”, afirmó.