Temas cotidianos
Por Félix J. López Romero
Exigen paz ocasionando violencia
De unos años a esta parte la entidad ha estado pasando por días difíciles, asegurándose que el tráfico de drogas era culpable de lo que estaba ocurriendo; para combatir el alto índice delincuencial, se ordenó a diferentes cuerpos policíacos su combate, el cual lejos de aminorarse ha crecido de manera rápida, habiéndose comisionado a miembros del Ejército Mexicano, al reforzamiento de estas tareas. Por desgracia su presencia ha servido de poco, porque solo se dedican a decomisar armas a quienes las portan, sin detenerlos para ser consignados a las autoridades competentes.
En el pueblo de Tlaltempanapa, municipio de Zitlala, los soldados procedieron a desarmarse elementos de la ilegal policía comunitaria, por poseer armas que solo pueden portar las fuerzas castrenses. Los vecinos del poblado lejos de contribuir a facilitar las cosas, empezaron a agredir de palabra y hecho, a quienes iban a darles paz y tranquilidad, reteniendo a varios de ellos para enseguida golpearlos. Ninguno contestó este brutal hecho.
Como este lamentable hecho que ahora comentamos, se han registrado en otros lugares; últimamente en la sierra localizada entre Chichihualco y Tlacotepec, comunitarios se enfrentaron con los soldados. Si no hubo una desgracia que hubiera vestido de luto los hogares, se debió a la prudencia en el actuar el ejército.
Para el gobernador Héctor Astudillo Flores, solo un operativo planeado y llevado a cabo por las fuerzas federales, podrá lograr disminuya la violencia, la que prácticamente tiene ahogada a la sociedad. Esta ciudad es un claro ejemplo del aumento delincuencial; en la actualidad la comisión de delitos es una constante por la cual se significa.