¿Martes de presagio?

 

Felipe Victoria

 

Tan solo de escuchar en los mentideros políticos (cafeterías) las listas de nombres que barajan tantos analistas y politólogos, que ni por equivocación compran un ejemplar de cualquier periódico, ni se asoman a sus páginas, de plano que a veces da miedo.

Si se anotara, encontraríamos dos o tres conformaciones diferentes del supuesto gabinete que dará a conocer el gobernador Héctor Astudillo.

Por puro ejemplo: mientras unos juran y perjuran que Héctor Apreza Patrón pudiera ser el secretario general de Gobierno, otros ubican ahí a Florencio Salazar Adame.

Igual especulan sobre las posiciones para los consentidos Ernesto Rodríguez Escalona, Daniel Pano Cruz, Erika Lührs y José Luis Ávila, pues el doctor Añorve Baños y el senador René Juárez Cisneros tienen facturas políticas por cobrarle a Astudillo tras la exitosa campaña que le organizaron con sus simpatizantes.

¿En qué libro va a leer un personaje como el poderoso César Flores Maldonado?

Son por ahí de veinte codiciadas plazas de primer nivel las más disputadas; las otras estratégicas encomiendas muy peleadas, pero altamente peligrosas, porque dependen de la funesta opinión y presión de las mañas en contienda por la supremacía en el territorio guerrerense y el control de rutas y plazas del narcotráfico, son la Secretaría de Seguridad Pública y la antes Procuraduría de Justicia, ahora Fiscalía General.

No se omite el Tribunal Superior de Justicia, donde supuestamente nadie que no haya sido antes magistrado puede aspirar a candidatearse a la presidencia.

En cuanto asuma el poder estatal, Héctor Astudillo mirará para arriba únicamente cuando sea hacia Los Pinos y el huésped de honor; a los lados a los Secretarios de Estado y hacia abajo del hombro a todos los demás seres terrenales por seis años o el tiempo que dure en la gubernatura, pues no olvidemos que en Guerrero no siempre se completan los periodos por angas o por mangas.

Qué necesario sería entonces un asesor de cabecera cabalmente leal, que cada día le recuerde al gobernador Astudillo que no es más que un ser humano vulnerable y no el semidiós que los aduladores lisonjeros le cantarán a toda hora endulzándole los oídos.

Los que no saben mirar para abajo suelen tropezarse y ni cuenta se dan cuando van hacia abajo por andar en las nubes, con esa altivez adquirida que se convierte en arrogancia petulante, del pueblo tan distante.

Conste que dije “asesor”, no aplaudidor ni encaminador; menos aún un espejito de la madrastra de Blanca Nieves que lo engañe diciéndole que es el más inteligente y sabio del feudo, y que a sus espaldas haga y deshaga.

El poder y el mando no deben compartirse bajo ninguna circunstancia, lo que se delega en la administración pública son tareas y funciones solamente, aunque el responsable de lo bueno y de lo malo siempre será el mandatario, nada más.

De antemano se que a los que se les volteará el hígado es a sus cancerberos más cercanos, que lo aíslan y blindan de toda opinión ajena a los intereses particulares de sus cofradías y camarillas elitistas; yo soy sencillo y recíproco en afectos y atenciones, les sigo deseando a todos que Dios les dé el doble de lo que para mí desean y no he de patear puertas, ni soy monedita de oro, soy institucional, cuando algo necesiten de mí, saben bien dónde encontrarme hasta con un simple telefonema.

Dejó saludos la maestra Pizarrina que se fue a acampar en la banqueta de donde será el gran evento del martes para ver si se logra colar. Traje entonces a las damitas acapulqueñas.

-¡Riiing… salinsliiim!

-¿Ya te entregó la modista tu vestido nuevo para el martes Proculina?

-Con la pena Torturina, que no hemos recibido mi viejo y yo ninguna invitación personalizada, ¿tú sí?

-La mera verdad que me la consiguieron unos cuates de los que han repartido el pastel y me colaron por ahí; creo que la invitación hasta gafete trae con chip o código de barras, para que sea intransferible y dicen que habrá mucha seguridad en los eventos de Chilpancingo y aquí en la zona diamante.

-Te voy a agradecer mucho que intentes hacerme una crónica de lo que veas y escuches, si puedes dale un abrazote de mi parte a Don Héctor; apretadito como en su anterior campaña de hace diez años se lo daba yo, hasta bajo la lluvia y sobre un ring junto a Mónica Luna y Coral Rumbo, mis comadritas animadoras.

-¿En los rumbos de José Rubén Robles Catalán con Víctor Hugo Islas manita?

-¡Shhh… cábrate cayona!, cuando las cosas cambian ya ni llorar es bueno, pero con tantos granujas que atosigan, malinforman y predisponen a su patrón Astudillo, ajo y agua.

-Aaarajo comadrita, si quieres te presto mi gafete.

-No Torturina, el orgullo bien entendido y la dignidad son lo más valioso que debemos conservar. Dice mi viejo que a Diógenes siempre supo el monarca donde encontrarlo, cuando aprendió que le servían sus consejos duros pero desinteresados.

-Bueno manita, entonces ya te contaré, que siga mejor tu marido.