Rosario García
Por lo menos 50 asesinatos de mujeres se han registrado en Guerrero durante el presente año, mientras las organizaciones de mujeres insisten en que sean calificados como feminicidios, las autoridades estatales las consideran homicidios calificados, delito que consigna menos años de cárcel a los agresores.
Rosa Icela Ojeda, integrante del Observatorio de violencia contra las mujeres en Guerrero y esposa del gobernador Rogelio Ortega, al término de un conversatorio con ese tema explicó que las organizaciones de mujeres han encontrado por parte de los impartidores de justicia resistencia para tipificar como feminicidio los asesinatos con violencia de las guerrerenses.
Cuestionada sobre a qué se debe eso dijo que “seguramente se debe a misoginia, machismo, que no están aptos para estar ahí y no tienen una mente abierta para entender que las cosas han cambiado y que no es ni normal ni natural asesinar a una mujer”.
El año pasado el código penal se reformó en el mes de julio, y los diputados aprobaron la inclusión de una nueva figura penal, el homicidio por razón violenta, refiere María Luisa Garfias Marín, activista feminista e integrante de Observatorio; quien precisó que de acuerdo al artículo 146, “a quien en estado de emoción violenta cometa el delito de homicidio o de lesiones en contra de quien la provocó, se le impondrá la mitad de las penas que correspondan por su comisión”.
Cabe señalar que la existencia de este delito en otros estados ha sido el motivo para minimizar la pena al delito de feminicidio, quedando en la impunidad casos graves, dijo la activista.
Es decir, “que con el argumento de que no pudo controlar su ira, la mató, y le dan la mitad de la pena al agresor”, resume visiblemente molesta la activista y ex diputada local. Y agregó que cuando se votó para su aprobación esta Reforma al código penal nadie se opuso, ni las diputadas mujeres.
De acuerdo al artículo 135 del código penal en Guerrero, es feminicidio cuando por razones de género, se prive de la vida a una mujer. Para ello se requiere que la víctima presente señales de violencia sexual de cualquier tipo: que se le hayan ocasionado lesiones o mutilaciones denigrantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida, así como actos de necrofilia.
La pena es de 20 a 60 años, “pero si argumentan que el fulano no pudo controlar sus emociones le dan el 50% de la pena”, finalizó.
En tanto, el fiscal del estado, Miguel Angel Godínez Muñoz, consideró que aún no se dan las condiciones para que se emita una alerta de género en Guerrero, como en Chihuahua dese 2003, a pesar de la serie de homicidios cometidos contra mujeres en este año.
Sin embargo, dijo que sí es posible que se emita la alerta Alba, para implementar protocolos especiales ante el alto índice de desaparición y asesinato de mujeres, aunque no dio fechas para que entre en operación. (Notymás)