Evodio y su fracaso político por anticipado

 

Noé Mondragón

 

Tras el ataque a balazos a un bar muy próximo a donde cenaba el gobernador electo, Héctor Astudillo Flores, apenas el sábado pasado, el edil perredista de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, llegó a una conclusión que revela de entrada, su ausencia de tacto político. Porque lo calificó como un hecho aislado”. Y lo sería, de no tratarse del gobernador electo de Guerrero. Y por esa razón, a Evodio podría comenzar a caérsele el escenario político de julio de 2018, en el cual se ve como el virtual candidato del PRD al Senado de la República. Hay puntos que explicarían lo anterior.

EVODIO; PROSPECTIVA FRACTURADA.- Si se mira bien, el alcalde perredista porteño comenzó muy mal su trienio político. Porque desde el pasado 30 de septiembre, la violencia se ha mostrado imparable. Los números de asesinatos aumentan siniestra y radicalmente en la estadística criminal. Y la cereza al pastel fue justamente, el ataque a balazos cercano al bar donde cenaba el gobernador electo, Héctor Astudillo, el pasado sábado 17. De ahí se abren las lecturas: 1.- De alguna forma, el edil de Acapulco fue tocado arteramente por los hechos del pasado fin de semana. Porque reveló de algún modo, que Evodio Velázquez, no tiene el control de la seguridad pública en dicho municipio. O de plano, ha sido rebasado muy temprano por los grupos criminales que operan a sus anchas en ese importante destino turístico. El hecho de que una balacera en plena Costera Miguel Alemán, alcanzara al gobernador electo, es ya un exceso. Pero sobre todo, revela un déficit en el flujo de la información gubernamental municipal. Porque el edil porteño no puede alegar que no sabía que Astudillo estaría en Acapulco esa noche. Y si lo supo, entonces también fue indolente al no tomar las medidas de seguridad necesarias para blindar por anticipado esa concurrida zona. Evodio no puede saltar en la prospectiva del poder perredista, al Senado de la República, proyectando una visible ausencia de oficio político. Pero sobre todo, de sensibilidad, una palabra clave en las nuevas relaciones del poder público. 2.- Al calificar como “un hecho aislado” el ataque a balazos al bar de la Costera, Evodio no solo se percibió ajeno a la realidad insegura que inocula a todo el puerto, sino que evidenció una falta de cortesía política hacia el gobernador electo. Porque en su papel de primera autoridad del municipio, era su deber perseguir y dar con los agresores a la brevedad. Y hasta el momento, se ha percibido tibio y descanchado. Se entiende que por esa razón y ante su ayuno de resultados en ese sentido, evaluara como hecho aislado el ataque a balazos del pasado sábado. Es la forma más cómoda de cerrar un capítulo grotesco para su incipiente administración municipal. 3.- Desde este momento, el tiempo corre en contra del edil municipal de Acapulco. Porque el trato político dado al gobernador electo tras esos álgidos y angustiantes momentos, se asociará de manera inevitable, a la correspondencia que desde el gobierno estatal, Héctor Astudillo dará a la administración municipal del perredista. Se entiende que ante un eventual pero certero bloqueo financiero a la comuna porteña, Evodio Velázquez bien podría colapsar por anticipado como primera autoridad de aquel municipio. Y acabar ahí, su camino hacia el Senado. En política, todos los caminos ya están ligados a los resultados de sus autoridades. Lo peor es que hasta hoy y ni valiéndose de las asesorías” de algunos expertos” en el manejo de ese municipio –como el ex edil de Acapulco y polémico ex procurador de Justicia, Alberto López Rosas—, Evodio no ha podido ver la luz al final del túnel. Se está desdibujando en su propia prospectiva política.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Como si tratara de ceder a las presiones nocivas externas, el edil priísta de Iguala, Esteban Albarrán Mendoza, se empeña en mantener en la nómina municipal, a funcionarios ligados al ex edil perredista defenestrado, José Luis Abarca Velázquez. Y hasta ha amenazado al dirigente sindical de ese ayuntamiento, Alberto Ramírez Suárez. Esteban comienza a enseñar el cobre mucho antes de pretender consolidar una administración municipal que se proyecta en realidad, sin pies ni cabeza.