* Breve historia de la imprenta del Gobierno del Estado
Héctor Contreras Organista
Don Efrén Leyva Adame, un entusiasta chilpancingueño, al fungir como director de los Talleres Gráficos del Gobierno de Guerrero en 1975, tuvo la formidable iniciativa de elaborar una revista con motivo de la celebración del Día de las Artes Gráficas, cuyo titular es “Artes Gráficas del Estado” en la que participaron valiosas plumas. Muy pocos ejemplares se conservan de esa publicación.
A petición de los compañeros impresores del taller que dirigió el inolvidable “Frenchi”, como afectuosamente llamábamos los chilpancingueños al distinguido y cordial amigo Leyva Adame, publicamos su interesante artículo:
Hoy 25 de septiembre de 1977, fecha en que se festeja el Día de las Artes Gráficas, “Día del Impresor”, solamente los que comprendemos qué es Artes Gráficas, podemos sentir gran satisfacción por este día.
Como administrador de estos Talleres Tipográficos del gobierno del estado, felicito afectuosamente a todos los compañeros, no sólo de gobierno sino en particular a los que laboran este arte, porque en realidad es ser artista: El formador, el prensista, el linotipista, el mimeografista y ayudantes de los mismos, quienes le dan a su trabajo una gran presentación gráfica.
No podemos precisar las fechas en que se fundaron estos talleres, pero sabemos por informes recabados que el señor Alejandro Zapata fue el primer administrador de estos Talleres, conservando aún la primera Prensa que se usó para las impresiones oficiales así como para el primer Periódico Oficial. Después estuvo provisionalmente el señor Higinio Zapata, para entregarle un poco después al gran maestro de ese arte Jesús Zapata Alday a quien ya tuvimos oportunidad de tratar y a quienes muchos impresores debemos su enseñanza.
Después que este gran maestro sirvió al gobierno del estado aproximadamente 48 años, vino don Humberto Ochoa Campos, pionero del periodismo en Guerrero. A él se debe que el gobierno del estado mejorara su maquinaria, trayendo a estos talleres una prensa plana y un linotipo. Después del señor Ochoa Campos vino el señor Eduardo Mendizábal. Llegó el periodista y gran conocedor de esta materia Félix J. López Romero, le siguió Israel Salmerón y el también periodista Jorge Reyeros. Rogelio Muñiz Tapia fue por muchos años empleado de los Talleres y por sus amplios conocimientos fue ascendido a administrador. Por estos mismos méritos llegó el señor Pedro Sosa Calvo, quien después de muchos años y ya jubilado, entregó la administración al que esto escribe.
En la actualidad son servidores de los Talleres Gráficos del gobierno del estado, y muy eficientes en su labor que les corresponde, los compañeros: Baltazar Castillo Zapata, asesor del suscrito y gran conocedor de todas las artes gráficas; Ángel Ortiz Cástulo, también conocedor del arte y responsable de su labor; Simitrio Bello Morales, excelente formador; Edgar García Álvarez; Miguel Ángel Sosa Palacios y Víctor Grandeño Ramos son los linotipistas encargados de hacer el material del Periódico Oficial y formas oficiales; Félix Morales Tapia conocedor de los mimeógrafos y encargado de los mismos; José Andraca Ojeda, Serafín Ortega Herrera, Elías Villalva Jorge, prensistas de las máquinas Heidelberg; Fernando Adame Juárez, encargado del registro de los trabajos a ejecutar; Ruperto Arcos Adame, Armando Chavelas Moyao, prensistas de la máquina Chandler; don Arnulfo Montes Juárez y Ostaciano Jacinto Leyva, ambos se encargan del reparto del Periódico Oficial, corte en la guillotina y de hacer blocks.
Vaya pues para mis compañeros leales al servicio del Gobierno, que dirige nuestro digno gobernador constitucional Rubén Figueroa Figueroa, mis más sinceras felicitaciones, agradeciéndoles sus muestras de amistad y de obediencia.
Los Impresores
(Artículo publicado en el Suplemento “El Impresor” de la revista COSMOS, El Universo de la Noticia en Guerrero, el miércoles 24 de septiembre de 1997):
En 1946 comenzó la aventura.
Es Humberto Ochoa Campos el personaje principal y eje del desarrollo y actualización de las artes gráficas en Chilpancingo.
Ciertamente, había prensas y había tipos con lo que “a uña” los trabajadores del taller de artes las artes gráficas hicieron, bajo la dirección de Ochoa Campos el semanario “El Güero Sol”.
En julio de 1987, al cumplirse 40 años de que Humberto Ochoa Campos fundó el primer periódico diario del estado, el Diario de Guerrero, logré entrevistar a personas como don Rogelio Muñoz Tapia y a otros trabajadores que recordaron cómo vivieron esa época.
Antonio Humberto Ochoa Leyva, hijo del destacado y admirado Ochoa Campos nos obsequió comentarios en los que define la personalidad de su papá y algunas copias de los primeros números del Diario de Guerrero.
Una síntesis de aquellos inicios pudiera ser lo siguiente:
La casa donde se imprimió el primer número del Diario de Guerrero era propiedad del doctor Fernando Ríos Neri, localizada sobre las calles de Zapata. Más allá, rumbo a la alameda estaba la casa del doctor Roberto García Infante; en la casa de la familia Meza vivía el gobernador del estado, el General Baltazar R. Leyva Mancilla.
El jefe del taller de la imprenta era don Jesús Zapata Alday.
Los talleristas que intervinieron para hacer durante 1946 el semanario “El Güero Sol” y al año siguiente el Diario de Guerrero, fueron:
Cajistas:
Salo García, Juan Flores y Ángel Díaz Bravo
Prensista:
Pedro Sosa Calvo.
Rogelio Muñoz Tapia dice: “Entre Jorge Núñez y yo dábamos vuelta a ´La Marinona´, una prensa descomunal, éramos meritorios”.
Más tarde trajeron personal de la ciudad de México.
Linotipista: Jorge García Lezama. Prensista: Eduardo Palau.
El gobierno del estado, al observar la importancia del taller mandó a la ciudad de México a varios trabajadores a cursos de preparación de seis meses en el Taller de Impresión de la Cámara de Diputados. Se perfeccionaron en diversas ramas: Jorge Núñez como linotipista y Pedro Sosa como prensista de Heidelberg. Rogelio Muñoz Tapia en la prensa plana.
En esa época llegó a Guerrero Héctor García Cantú quien en 1969, luego que desde 1963 dejó de publicarse Diario de Guerrero y contando con la autorización de Humberto Ochoa Campos, lo pondría nuevamente en circulación.
¿Qué significó para ti Humberto Ochoa Campos?, pregunté a Rogelio Muñoz Tapia.
“Me ayudó bastante, tanto en lo económico como en lo moral. Me enseñó a trabajar, pero nunca me vio como un trabajador sino como un hijo” y agrega que Diario de Guerrero, hecho en los talleres del gobierno del estado “desde su fundación se convirtió en una escuela de las artes gráficas”.
El quehacer de los talleristas era por la noche.
El director del periódico era el profesor Aarón M. Flores, “que tenía una voz muy fuerte y sabía cantar”.
No había noche, recuerda Rogelio, que no se fuera la luz dos o tres veces.
“Mientras reiniciaba el servicio nos poníamos a calentar el crisol con un soplete, mientras tanto el profesor Aarón se ponía a cantar “Adiós mi chaparrita”, que era su canción favorita, pero la cantaba tan fuerte que en una ocasión, a eso de las dos o tres de la madrugada de repente entró el gobernador al taller acompañado de un policía, a pedir que el cantante se callara para que el vecindario pudiera dormir”.
Antonio Humberto Ochoa Leyva recuerda que su papá “siempre fue un padre responsable y cariñoso, lo más valioso para él era el sentido que tenía de la amistad y siempre fue un gran amigo y compañero”.
El maestro Benjamín Mora Chino, en una entrevista que le hice, me platicó lo siguiente:
“Celebrándose una reunión en el restaurante “Treppiedi”, Humberto Ocha Campos expuso a un grupo de amigos lo siguiente: Todos los que estamos aquí escribimos y podemos sostener un periódico semanario con el nombre de uno de los tipos más pintorescos de la ciudad de Chilpancingo: que se llame “El Güero Sol”. Encontró eco el comentario de Humberto. Inmediatamente el periódico alcanzó éxito, prestigio y mucha demanda. Después de “El Güero Sol” y seguramente debido al éxito alcanzado, el periodista expuso la idea de dar vida a un diario, y que así se llamara: Diario de Guerrero, pero a partir de entonces todos sabíamos que se trataba ya de una responsabilidad y comenzaron a hacerse los preparativos para el diario”.
Daniel Ramos González, quien fuera el primer jefe de redacción del diario y más tarde secretario general de la delegación del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, me platicó cómo fue que entró a la historia con Humberto Ochoa Campos:
“Un día me encontraba sentado en una de las bancas del jardín central. Llegó Humberto y me pidió que me fuera a colaborar con él, yo le dije que no sabía nada de eso pero que si en algo le podía servir lo haría con mucho gusto. De ahí nos fuimos al taller de la Imprenta del Gobierno del estado donde había una prensa conocida como ´La Marinona´, con un rodillo de metro y medio de diámetro, y ahí fue donde se imprimió el primer número del Diario de Guerrero que salió a vocear Gabriel Castro Gutiérrez, ´El Zopilote´. La fecha para hacer circular el primer número de Diario de Guerrero se eligió porque coincide con el onomástico de doña Fermina Ventura de Leyva, esposa del general Baltazar R. Leyva Mancilla, entonces gobernador del estado de Guerrero. El jefe del taller de Imprenta era de don Jesús Zapata, papá de Humberto y Luis Zapata”.
El profesor Benjamín Mora Chino refirió que “Cada fin de semana nos congregábamos para comentar lo relativo a la estructuración del periódico, a su progreso, a su contenido, y concluíamos con una comida, y todo eso creó en nuestras almas un afecto, un cariño pero, desde luego, que en los supervivientes del Diario de Guerrero no sólo existe ese cariño en nuestras mentes sino en nuestro corazón”.
Antonio Humberto Ochoa Leyva: “Para mí todos los recuerdos de mi padre son bellísimos, todos son muy bonitos. Te podría decir que fue un padre a todo padre, que siempre nos dedicó lo mejor, nos enseñó que deberíamos de trabajar siempre con honradez y sobre todo tender la mano a la gente. Porque él fue así: en las buenas y en las malas atendía a la gente, los ayudaba, nunca le negó nada a nadie”.