* Las declaraciones del gobernador sustituto rayan en la torpeza

 

* Dijo que los 43 normalistas de Ayotzinapa estaban vivos pero pedían “la millonada” para liberarlos, pero nunca lo demostró

 

* De los elogios a Ángel Aguirre a la adulación para Héctor Astudillo, a quien pasará la estafeta en dos semanas.

 

 

A partir de este lunes 19 de octubre, al gobernador sustituto de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez le quedará justo una semana en el cargo, antes de entregarle la administración estatal al priísta Héctor Astudillo Flores.

Durante el año que durará al frente de la titularidad del Poder Ejecutivo, Rogelio Ortega se ha caracterizado por sus peculiares declaraciones sobre temas trascendentales de la política en Guerrero y el país.

Se estrenó diciéndole al presidente Enrique Peña Nieto –el 27 de octubre del 2014, un día después de su designación por el Congreso de Guerrero— que le entregaría buenas cuentas si lo apoyaba en la dura tarea de gobernar la entidad, en medio de la crisis social generada por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala de la Independencia, apenas un mes antes.

“Si usted me apoya, señor presidente, yo le entregaré buenas cuentas”, le dijo Rogelio Ortega a Peña después de reunirse con él en la residencia oficial Los Pinos, durante una conferencia que se transmitió en vivo en cadena nacional.

La expresión quizás no habría recibido las críticas que generó, de no ser porque la gestión del presidente Peña Nieto ya acumulaba el  repudio de diversos sectores sociales que lo cuestionan porque en lo que va de su gobierno hay más de dos mil personas desaparecidas.

A su antecesor Ángel Aguirre Rivero, Ortega le dijo, en una entrevista publicada en ‘El Universal’ a finales de octubre del 2014, que tiene un “estilo seductor, carismático, de apapacho, de sonrisa fácil”, y lo describió como un político “coqueto, bohemio, declamador, excelente orador: ¡Un tanque de la política!”.

Pero seis meses después, cuando se manejó la versión de que Aguirre Rivero buscaría retomar sus funciones como gobernador ante el vencimiento de su licencia, Ortega Martínez alertó –ahora vía ‘Reforma’— sobre los riesgos por “el regreso del aguirrismo” al gobierno y las consecuencias de inestabilidad que ello traería a la entidad.

Mencionó que existía la posibilidad de que Aguirre Rivero no renovará su licencia y regresara al cargo aunque sea por unos minutos, para nombrar al senador perredista Sofío Ramírez como gobernador sustituto, a finales de abril.

No obstante, Ortega recomendó que se debía evaluar la conveniencia de esa eventual decisión. “Hay que ver cuál es el clima político en Guerrero, si es propicio para que regrese Ángel Aguirre a gobernar, y si eso contribuye a la gobernabilidad”, subrayó, en un acto que se entendió como darle la espalda a quien tanto admira.

 

Las pifias de Rogelio Ortega

 

En una entrevista con Adela Micha, transmitida el 30 de octubre del año pasado en El Canal de las Estrellas de Televisa, apenas días después de su designación en el cargo, Ortega Martínez dijo sobre los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de ese año en Iguala, que tenía indicios de que continuaban vivos pero retenidos por un grupo “antisistema” que pedía una “millonada” para liberarlos.

Hace dos semanas se cumplieron 10 meses del episodio de represión en contra de los estudiantes, pero el gobernador sustituto nunca le dio seguimiento a la “exclusiva” que le regaló a la periodista, y los jóvenes estudiantes siguen considerados muertos por la Procuraduría General de la República, o cuando menos dos de ellos.

El pasado 15 de enero, Ortega afirmó que la intensidad de las movilizaciones por parte del movimiento magisterial y normalista había bajado gracias a diversos acuerdos, no especificados, con líderes del movimiento cetegista y de Ayotzinapa, pero insistió en que no estaba operando para dividir la lucha por la aparición de los jóvenes normalistas.

Sin embargo, a la postre, el dirigente de la CETEG, Ramos Reyes Guerrero marcó distancia de sus compañeros Antonia Morales Vélez, Walter Emmanuel Añorve Rodríguez y Manuel Salvador Rosas Zúñiga, quienes lo desconocieron como líder.

Se conoció la versión de que recibieron recursos del Gobierno estatal, aunque las traiciones también habrían sido operadas desde la Subsecretaría de Gobernación federal.

En marzo pasado, durante un evento con la Secretaría de Salud en palacio de gobierno, el gobernador dijo que las protestas de los padres de los normalistas desaparecidos y de profesores de la CETEG inmersos en el conflicto originado por el Caso Ayotzinapa, le ocasionaban “dolor de colon”.

Pero el 9 de julio, en el punto neurálgico de la crisis política y social en Guerrero, precisamente provocada por la desaparición de los normalistas, Ortega destinó un millón 204 mil pesos del erario para apadrinar a la generación 2011-2015 de la Normal rural “Raúl Isidro Burgos” que egresó el sábado 18; el recurso se utilizó para la adquisición de anillos, trajes y un regalo especial para los ahijados.

Dos días después justificó el apoyo que su gobierno ha brindado a esa escuela por encima de otras instituciones formadoras de profesores, al señalar que “Ayotzinapa no tiene precio” y porque “cuando los normalistas no tienen respuesta del gobierno salen a la calle a protestar”.

Afirmó, sin presentar más prueba que su dicho, que el asesinato de dos normalistas durante el desalojo realizado por policías federales y estatales el 12 de diciembre de 2011 en la salida sur de Chilpancingo, fue porque la administración del gobernador Ángel Aguirre Rivero no les dio dinero para contratar al grupo de música tropical ‘Los Karkis’, para que amenizara la fiesta de aniversario de la escuela.

Días después, el 23 de julio Ortega Martínez diría ante senadores de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, que ante la crisis financiera del Gobierno estatal veía dos escenarios: declarar en quiebra a la administración estatal o adelantar la toma de posesión de Héctor Astudillo.

Es decir, el gobernador que se quejaba de la crisis financiera, pero había regalado más de un millón de pesos a los alumnos de una escuela normal para evitar que sus estudiantes desborden la tranquilidad pública con sus movilizaciones.

 

De operador del PRD a adulador de Astudillo

 

Durante el proceso electoral, el gobernador Rogelio Ortega fue acusado de operar política y financieramente para el PRD y su candidata a gobernadora, Beatriz Mojica Morga, pero el miércoles 7 de octubre reveló que en Los Pinos le dijo al presidente Peña Nieto que el candidato del PRI a la gubernatura, Héctor Astudillo Flores, era el mejor y hoy es un extraordinario gobernador electo y será un excelente gobernador a partir del 27 de octubre.

En su mensaje durante la inauguración del Segundo Encuentro de Negocios “Impulsando Juntos a Guerrero”, que organiza la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Chilpancingo, se refirió a Héctor Astudillo como “un gran político, heredero directo de otro grande que gobernó a Guerrero, (…) desde joven Héctor Astudillo fue seleccionado por José Francisco Ruiz Massieu, y abrevó de ese talento y de ese talante, y nos lo ha demostrado”.

Ante empresarios y políticos priístas, Rogelio Ortega reveló una anécdota relacionada con el reciente proceso electoral, en el que el PRD perdió la gubernatura y el PRI recuperó el poder tras 10 años en la banca.

“En Los Pinos (residencia oficial del presidente de la República) un día, recién el PRI había decidido candidatura para competir por el Ejecutivo de la entidad, me preguntó (el presidente) ‘¿y, qué opina del candidato de mi partido?’, y sin duda, a botepronto le dije ‘es el mejor’”, relató Ortega e hizo una pausa para que los asistentes le aplaudieran.

Después, enumeró las que considera son las cualidades de Astudillo Flores, a quién habrá de entregar el 27 de octubre una administración estatal en crisis, sin haber tenido la previsión de garantizar el pago de compromisos como el aguinaldo para los trabajadores del Gobierno de Guerrero:

“Experiencia gubernativa, dos veces alcalde de Chilpancingo, experiencia parlamentaria, diputado local, federal y senador, líder de su partido, constructor de armonía y de acuerdos, y miren nada más la lección que nos acaba de dar, en condiciones difíciles que hemos vivido, por lo que demuestra Héctor Astudillo talante y talento, tenemos un extraordinario gobernador electo y tendremos un excelente gobernador a partir del 27 de octubre”, dijo.

El gobernador sustituto de Guerrero llega a la recta final de la responsabilidad que se le encomendó en octubre del 2014, en medio de una crisis política, social y financiera, y aunque si bien es cierto no la ocasionó de manera directa, sí ha mostrado un desempeño deficiente que no ayuda a recomponer la situación, y que entregará el cercano 27 al elogiado Héctor Astudillo.