Por Felipe Victoria Zepeda
Demasiados suspirantes por chambas
El gobernador electo Héctor Antonio Astudillo Flores está en los días de mayor presión antes de rendir protesta y asumir el mando el 27 de octubre próximo.
La rebatinga por las invitaciones personalizadas a los eventos de Chilpancingo y Acapulco, andan peor de disputadas que boletos de reventa de un partido clásico del futbol para campeonato de liga y, los encargados de repartirlas se sienten como hechos a mano, pues en muchos casos no es decisión de Astudillo a quienes invitar, sino de sus ayudantes y ahí comienzan las regadas de tepache.
Como todo en ese tipo de eventos: a la mera hora ni son todos los que están ni están todos los que son, pero qué le hemos de hacer con cierta clase de costumbritas favoritistas y discriminadoras de clanes, cofradías y camarillas, que por avorazarse después se empachan.
Empresarios todos son importantes, industriales pocos en Guerrero y comerciantes muchos, todos obviamente desean estar en el apapacho y salutación; qué joda para Astudillo que lo quieran saludar de mano y abrazar hablándole al oído tres mil o cinco mil personas en un mismo día, extenuante por decir lo menos.
Ni mencionar centenares de quienes con un saludo sueñan conseguir buena chambita de lo que sea, en donde sea, aunque no paguen mucho pero… “haya manera”.
Escuchar las mismas frases felicitadoras de machote aprendidas y recitadas como pericos, atribuyéndole magnos éxitos cuando ni siquiera comienza la parte dura de su trabajo, jurándole lealtad hasta los que en campaña no estuvieron con él y tal vez votaron por distinta persona.
De sobra conocen los políticos como es la raza de convenenciera y ladina. Cuando se está en el pedestal todos los veneran, cuando se tropiezan los denigran y destrozan.
Héctor Astudillo tuvo en carne propia la amarga experiencia en el 2005 y creo no habrá olvidado su lista de 60 traidores a quienes reclamó en su oportunidad, pero ahora diez años después, hasta tendrá que darle posiciones de primer nivel a dos que tres de esos pues se los impondrán, así son de amargos los pagos de facturas políticas.
En lo íntimo tal vez quisiera que ese día estuvieran cerca personas interesadas en invertir y crear fuentes de trabajo en el estado, pero en las condiciones trágicas en que le dejan Guerrero ya no hay valientes ni entusiastas que se quieran arriesgar, cuando más los que busquen lavar dinero.
¿Con cuántos colaboradores de absoluta confianza cuenta Héctor Astudillo Flores?, ¿Tienen ellos las cualidades necesarias o deseables y los méritos suficientes?
Ahí comienzan los insomnios, porque visto está que con el arca abierta hasta el justo peca y el poder provoca mareos; la sencillez y humildad es lo primero que la aristocracia de la burocracia pierde, pero lo más grave es que si se sometiera a todos los que entrarán a colaborar a rigurosas pruebas de confianza y aptitud quien sabe cuántos quedaran en pie.
Ya ni hablar de exigir probidad y honestidad que parecen ser un mito genial en la burocracia, salvo muy contadas y honrosas excepciones.
Difíciles días los que faltan para que el balón lo traiga Astudillo y mientras debe seleccionar a los de su equipo y las posiciones en que crea que darían mejores resultados, lo malo es que hay posiciones estratégicas en que no será su decisión personal la que cuente…
-¡Tilín, tilín!- Suena la campanita escolar.
-Maestra Pizarrina, ¿ya calculó primeras veinte designaciones importantes en el Gabinete de Héctor Astudillo?
-Me ponen a parir chamacos, tengo una lista como de sesenta candidateables.
-Aaarajo teacher, de plano el triple, pero así la cosa, ¿en qué proporciones cree que entre la gente de René Juárez Cisneros y de Manuel Añorve Baños?
-Me la ponen más dura y pelona chamacos, prefiero reservarme mis cálculos
-Orale maestra, ¿de los de la oposición cuantos llamará a colaborar?
-Pues tal vez a los que sí tengan calidad y entiendan que no los invitan a hacer grilla sino a trabajar deveras por Guerrero, con ingenio, limpieza y altura de miras.
-Ujule, les restringe mucho las posibilidades a los de las izquierdas, a los panistas no porque se conforman con lo que haya.
-¡Shhh… cábrense cayones! ¿Cuáles ven como las áreas más álgidas?
-El Tribunal Superior de Justicia, la Fiscalía General y Seguridad Pública, de esas dependerá que Héctor Astudillo logre poner un poco de orden para que haya paz.
-Coincido plenamente, aquí ya parece Jauja de la delincuencia organizada y ocasional y todos hacen su regalada gana impunemente, por eso creo necesitaríamos agregar en el área álgida a la Secretaría de Educación y la de Salud.
-Relativamente profesora, en esas el problema son las raterías desde adentro.
-Serenos morenos, mejor ya no me estén preguntando entonces.
-En Educación necesitan comenzar a descontarles a ustedes los días no trabajados… y a los normalistas roba camiones mandarlos a la cárcel como por fin le hizo el fiscal Godínez, para que aprendan a respetar el orden y estarse en paz.