* Javier Saldaña hizo revelaciones dudosas

* En la “congeladora”, reformas “patito”

* Registro Civil ahorrará a usuarios 10 MMDP

 

JORGE VALDEZ REYCEN

 

Ya sin dilema de por medio, el rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán, se autodescartó como secretario de Educación en el gabinete de Héctor Astudillo Flores y, de paso, en revelaciones hechas al periodista Federico Sariñana que recogió El Sol de Chilpancingo deslizó que Rogelio Ortega Martínez casi-casi le debe a él la gubernatura interina, al proponerlo ante el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Sabrosa se puso la jugada, puesto que Javier Saldaña, que prsume grandes dotes de operador político y ser amplio conocedor de los vericuetos del poder, sostuvo que rechazó ser él gobernador de un año, pero propuso a Florentino Cruz Ramírez, Marcial Rodríguez Saldaña, Florencio Salazar Adame y a Rogelio Ortega Martínez para sustituir a Ángel Aguirre Rivero.

No sé, a ciencia cierta, si a Florencio Salazar le habrìa gustado saberse incluido en una lista de “relleno” que pudo ser asunto de ficción o leyenda urbana. Tampoco si a Marcial Rodríguez o a Florentino Cruz… o al propio Rogelio Ortega.

A Saldaña Almazán debemos agradecerle que le haya puesto sal y pimienta a estos días finales al desvelar la presunta historia del encumbramiento de Ortega y su ingrato proceder con la UAGro, institución a la que le regatea el subsidio rezagado. Aunque no creo que Ortega haya llegado por recomendación suya. Eso ya se sabrá más temprano que tarde.

Es tan tan poco claro el asunto, que hasta los autores intelectuales y materiales que aceptaron haber lanzado a Osorio Chong la propuesta de ROM en el relevo emergente, hoy día deben estar apenados, abochornados, de que sus nombres salgan a la luz pública. ¿Por qué será?

Saldaña: estabas tan cerca… tan cerca…

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Las reformas legislativas “patito” que envió el aún gobernador Rogelio Ortega Martínez al Congreso del Estado, sobre la fallida Ley de Amnistía, la abortada creación de nuevos municipios, las relativas a los matrimonios igualitarios y la creación de la octava región económica de la Sierra, fueron enviadas a “la congeladora” por los diputados y las diputadas de la anterior 60 Legislatura.

No fue nada personal el mensaje de los ex legisladores, pero uno de ellos, Evencio Romero Sotelo, en su estilo cáustico, dicharachero y lenguaraz comentó en pocas palabras lo que fueron dichas reformas promovidas por el Ejecutivo: “fueron hechas con las patas”.

Pasaron a mejor vida, eso es claro. Les aplicaron el artículo cesto (de basura)… Y claro que la Iglesia católica ya no ha hecho ningún señalamiento, ni tampoco ha movido las aguas. ¿Motivo? El PRI recuperó la mayoría en el Congreso y su trabajo parlamentario no podrá ser motivo de agitación, convulsión o polémica entre la sociedad por la promulgación de leyes o reformas enviadas por el Ejecutivo (actual) que no tengan el sustento popular mayoritario.

Ay, Rogelio. Cómo perdiste el tiempo en asuntos de poca monta, ocurrentes y sin mayor trascendencia para los guerrerenses. Desperdicio de tiempo, sin duda.

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Si cada uno de los 408 mil 709 guerrerenses con doble identidad promoviera un juicio ordinario de nulidad de acta de nacimiento por duplicidad, gastaría entre 15 y 20 mil pesos. Estamos hablando de casi 10 mil millones de pesos.

Lo que María Inés Huerta Pegueros y colaboradores de la Coordinación Técnica del Registro Civil plantearon al gobernador sustituto Rogelio Ortega y al secretario de Gobierno David Cienfuegos fue que les otorgaran –mediante una reforma legislativa— facultades legales para evitar ese procedimiento judicial, oneroso para las personas con doble identidad, y a través de un procedimiento administrativo corregir las actas de nacimiento duplicadas.

Esta medida sería la única salida para que casi medio millón de guerrerenses no gasten esos 10 mil millones de pesos en juicios de nulidad de acta, pagando en promedio a los abogados unos 20 mil pesos y esperando hasta un año y medio, tiempo estimado que tardaría el trámite por la vía judicial.

Nos leemos en la próxima… SIN MEDIAS TINTAS.