* El titular de la Sedena rechazó categórico que los expertos de la CIDH entrevisten a elementos del 27 Batallón con sede en Iguala sobre lo ocurrido en Iguala, el 26 de septiembre del año pasado
* El general aseguró que “perdería mucho de lo que soy en este momento. Va por delante mi prestigio”
Redacción
MÉXICO, D.F.— El secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, aseguró que no permitirá que los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos interrogue a sus hombres, porque el Ejército no tiene ninguna responsabilidad en la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre de 2104 en Iguala.
“No tienen por qué declarar los soldados, solo respondemos a las autoridades mexicanas”, dijo categórico el titular de la Sedena en respuesta a la petición del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la CIDH que investigan lo ocurrido en Iguala el año pasado, cuando estudiantes de la Normal de Ayotzinapa fueron agredidos por policías municipales de ese lugar y sicarios de Guerreros Unidos, resultando 6 personas muertas en el ataque y 43 estudiantes cuyo paradero no se ha precisado con claridad por parte de las autoridades.
Salvador Cienfuegos fue claro al señalar que “no puedo permitir que interroguen a mis soldados, que no cometieron ningún delito”, a pesar de que los padres de los jóvenes desaparecidos y las organizaciones defensoras de los derechos humanos que los respaldan, han señalado que soldados del 27 Batallón con sede en Iguala estuvieron involucrados de alguna manera en los hechos.
Agregó que al permitir que los miembros del 27 Batallón de Infantería con base en Iguala, que monitorearon los sucesos sin intervenir en los mismos aquella noche en Iguala, se lanzaría el mensaje de que “tienen algo que ver” y tendría como consecuencia que como titular de la Sedena “perdería mucho de lo que soy en este momento. Va por delante mi prestigio”.
El general insistió en la versión oficial dada por las autoridades desde el primer día y que se basa sobre la comunicación establecida entre el comandante del batallón y el director de Seguridad Pública municipal de Iguala, Felipe Flores, quien está prófugo de la justicia.
Según Salvador Cienfuegos, Felipe Flores negó el día de los hechos que existiese ningún enfrentamiento con los estudiantes, así como que hubiera detenidos o disparos y que los accesos a la ciudad estaban bajo control.
El ejército, que además de estar en comunicación no sólo con la policía local sino con la estatal, también tenía información de inteligencia propia sobre el terreno, como se ha confirmado en los diferentes informes oficiales hechos públicos hasta el momento, ha mantenido que esas comunicaciones negando incidentes son las que les motivaron a no intervenir.
“No hubo acción ni omisión en contra de nadie”, afirmó Salvador Cienfuegos quien también se ha negado a que los familiares de los jóvenes desaparecidos tengan acceso a las instalaciones militares del país, como lo han exigido en múltiples ocasiones desde que ocurrieron los hechos.
El GIEI de la CIDH expresó durante la presentación de su cuarto informe sobre los hechos su preocupación por la ausencia de respuesta del Ejército a su petición de entrevistar a los soldados y ha reiterado que “está facultado en todo momento a sugerir al Ministerio Público ampliar las declaraciones que los 36 miembros (sic) del 27 Batallón hicieron en calidad de testigos”.