* El legislador guerrerense afirmó que si se despenaliza la siembra de esa flor de la que se extrae la goma de opio, habrá “una oportunidad de desarrollo económico” para 120 mil personas que se dedican a esa actividad en Guerrero

ANA LILIA TORRES

El senador por Guerrero, Manuel Añorve Baños, presentó en el Senado de la República, a nombre del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, una iniciativa para legalizar el cultivo de la amapola con fines medicinales y terapéuticos.
El legislador guerrerense destacó que de acuerdo con el reporte de monitoreo de siembra de amapola en México, realizado por la ONU en 2016, esa actividad en el país se concentra en los estados de Sinaloa, Chihuahua, Durango, Guerrero, Nayarit, Jalisco, Michoacán y Oaxaca.
Añorve Baños informó que el gobierno de Guerrero, encabezado por Héctor Astudillo, ha impulsado también el cambio en la política respecto de la amapola, siendo incluso el primer mandatario estatal en manifestarse a favor de legalizar el cultivo de esta planta, poniendo el tema en el debate nacional.
“Hoy tenemos la oportunidad de darle vuelta a esta situación, hoy podemos convertir una situación penosa para muchos campesinos, en una oportunidad de desarrollo económico para esas comunidades”, dijo Añorve Baños, quien precisó que “tan sólo en mi estado, Guerrero, unas 120 mil personas siembran y cosechan amapola, en su mayoría, son campesinos de comunidades pobres y aisladas”.
Afirmó que no se puede seguir esperando resultados distintos, si no se aplican soluciones distintas, por lo que con esta iniciativa se busca impulsar el desarrollo de medicamentos derivados de la goma de opio que se extrae de la amapola, para cubrir con la demanda nacional de este tipo de paliativos, al mismo tiempo que se busca proteger a los campesinos y productores agrícolas que, actualmente, tienen en el cultivo de esa flor su sustento y su estilo de vida.
Detalló que la misma ONU estima que en México hay más de 28 mil hectáreas de tierra cultivable dedicadas a la amapola, lo que significa que nuestro país tiene la tercera área geográfica más grande del mundo, dedicada al cultivo ilícito de esa flor, después de Afganistán y Myanmar.
Manuel Añorve enfatizó que los medicamentos derivados de los opioides, enfocados especialmente a tratamientos paliativos para pacientes con enfermedades terminales como el cáncer, están fuertemente restringidos y con un desabasto alarmante.