* El responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, confirmó que desde hace varios días dialoga con los grupos que están enfrentados en esa zona del estado para lograr la paz

JESÚS SAAVEDRA

LOS MORROS.— El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, informó que desde hace varios días está conciliando una “tregua” entre grupos del narcotráfico en esta zona de la Sierra que se encuentran confrontados, pues existe temor entre la población de que haya más incursiones armadas, además que el servicio de transporte público funciona de manera parcial.
El jerarca católico viajó este jueves hacia un punto desconocido en la región de la Sierra y se detuvo a su regreso en esta comunidad, donde se desarrollaba una asamblea de comisarios municipales de Eduardo Neri y Leonardo Bravo.
Acompañado sólo por un chofer, Rangel Mendoza hizo declaraciones a reporteros antes de regresar a la capital en las que lamentó los hechos de violencia que están ocurriendo desde Chilpancingo hasta este corredor de la Sierra, que involucra a los municipios de Zumpango, Chichihualco y Tlacotepec.
“Son lamentables las cosas que están pasando y lo que más conviene, lo que estamos buscando, es que haya una tregua entre las distintas partes porque la gente está sufriendo mucho”, afirmó sin precisar a qué grupos delictivos son los responsables de la violencia.
Explicó que este jueves los pobladores le platicaron “que ni siquiera pudieron levantar el durazno en las huertas, la mercancía se les ha caído bastante también, han sucedido cosas de un lado y de otro, creo que lo que conviene para todos es una tregua”, por lo que se entrevistó con una fracción de los grupos confrontados.
Dijo que como obispo le han pedido los grupos criminales en disputa que les ayude, “me están pidiendo una tregua y ojalá que todos podamos cooperar, podamos ayudar, toda la Sierra, todos los grupos que han tenido incidentes, accidentes, asesinatos, ustedes saben lo que sucedió en Corralitos (el 9 de junio cuando incursionaron en esa comunidad y se registró un enfrentamiento armado que dejó tres muertos y un pueblo que decidió irse), bueno a veces se calientan las partes y lo que conviene es una tregua para todos”.
Cuando se le preguntó a qué grupos había pedido esa tregua, Rangel Mendoza respondió que “eso no lo puedo decir ahorita, pero son los grupos los que están pidiendo la tregua y se tiene que pactar entre todos, me estoy moviendo para platicar con todos”.
También aclaró que para esta tregua no hay un plazo, “apenas andamos en eso, confío que se logre, no puedo decir cuánto tiempo dure esta negociación, pero creo es buena y es necesaria”.
Tampoco quiso revelar desde cuando inició su cabildeo entre los grupos delictivos, pero señaló que “ha sido una de mis tareas desde hace mucho tiempo, tengo tiempo con esto, en estos días se intensificó, una de mis tareas para poder pacificar es ver a los distintos grupos, qué condiciones pone cada uno y qué condiciones pone el otro”.
Reiteró que dialogar con quienes generan la violencia “ha sido una de mis tareas cuando subo acá a la Sierra; les mencioné que un día después de la balacera (del 9 de junio) subí y fui hasta Capulines, tengo la confianza en los distintos grupos y tendré que seguir haciéndolo para conciliar esto”.
Rangel Mendoza dijo que para esta labor tiene “mucha libertad para moverme y ojalá me la sigan dando, me muevo solo con un chofer, sin seguridad. Ellos (los grupos) ya me han ofrecido protección, carros blindados, pero no he aceptado nada de eso, creo que la mejor protección es la amistad, la relación, el diálogo, así se mueve uno, quien no teme por su vida, pero es un arriesgue y un servicio el que estoy prestando únicamente”.
Consideró que en la pacificación en la Sierra debe de participar el Ejército, “que pudiera patrullar un poco más, las cosas se calmaron acá arriba cuando subió el Ejército y ojalá siguiera subiendo”.
Añadió que si desde el gobierno electo de Andrés Manuel López Obrador se le pidiera su ayuda para colaborar en la pacificación de zonas en el país, como la Sierra de Guerrero, “si tengo tiempo, me llaman y creen que puedo aportar mi granito de arena, con todo gusto lo voy a hacer”.
Respecto al rechazo del gobierno de Estados Unidos al anuncio de que la administración que encabezará Andrés Manuel López Obrador impulsará despenalizar la siembra y cultivo de enervantes en México, el obispo opinó que “cada quien vive en su casa y valdrían la pena que cada quien arreglara la suya, y si eso conviene para la paz, la tranquilidad de México, se tiene que arreglar”.
Afirmó que tiene la esperanza que haya una “salida a este problema con el nuevo gobierno que habla de dialogar con todo el mundo y la paz vale la pena cualquier esfuerzo a su favor; los tabúes hay que irlos rompiendo poco a poco”.
Lamentó que “a río revuelto ganancia de pescadores y en esas circunstancias a muchos interesa que no se pacifique esto, porque ellos están ganando, pero creo que debemos utilizar la inteligencia, el corazón para pacificar a todo mundo”.
E insistió que “hay una gran esperanza” en las propuestas de López Obrador “porque habla de la paz, de ayudar a los más necesitados, porque en la Sierra hay mucha necesidad, porque no han vendido la amapola, las cosechas de durazno se echaron a perder y creo que es una gran oportunidad de atender a los ancianos, a los muchachos que quieren estudiar y no lo pueden hacer, es una gran oportunidad, pero no es cuestión nada más del gobierno electo, es cuestión de todos los ciudadanos para que funcione esto debemos tener acuerdos”.
Al concluir la entrevista, Rangel Mendoza fue invitado a pasar a la asamblea de comisarios, donde les dijo que desde hace tres años que llegó a la Diócesis ha establecido como “prioridad a la Sierra, ando por donde quiera visitándolos, vale la pena este esfuerzo que se está luchando para tener la paz, vale la pena hacer cualquier cosa para la paz, hay que tener diálogo, hablar, escuchar las razones del otro porque nos conviene a todos, es importante que cada uno de nosotros pongamos un esfuerzo, están de por medio la familia y las comunidades”.
Les insistió que se debe de “vivir tranquilos y en paz, paz en los caminos, en las comunidades”, y los felicitó por “el esfuerzo para hacer la paz, he comentado con algunos personajes y todo mundo quiere una tregua; los invito que se logre esta tregua, el rencor, la venganza, el odio no ayuda en nada, hay que tener suficiente cabeza y corazón”.
Añadió que comulga con las ideas del presidente electo “para que haya paz y haya justicia, ayudar a la gente más necesitada, les pedimos que vean un poco más a la Sierra el gobierno federal”.