* Salvador Rangel, responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, reveló que a petición de varios aspirantes a cargos de elección, ya envió “un recado leve” a líderes de grupos delictivos que actúan en esa región

Alondra García

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, tratará de dialogar con los líderes del crimen organizado en Tierra Caliente, para pedirles que permitan el desarrollo del proceso electoral.
En conferencia de prensa, el prelado comentó que a petición de algunos candidatos de diferentes partidos políticos, ya buscó un acercamiento con los líderes del narco de esa región, para lo cual mandó “un recado muy leve” a Tierra Caliente, para tratar de establecer alguna comunicación con los cárteles.
“Algunos candidatos me lo pidieron abiertamente, que hablara con estos personajes del narcotráfico”, dijo Rangel Mendoza, quien añadió que “en algunas ocasiones vale la pena hacer cualquier cosa en favor de la paz y si esto ayuda, estamos dispuestos”.
Destacó que en el territorio que abarca la Diócesis Chilpancingo-Chilapa no se han registrado incidentes en lo que va del proceso electoral, ya que él tuvo la oportunidad de dialogar con los grupos delictivos para pedirles que no coaccionen el voto y que respeten la vida de los candidatos.
“El trabajo está hecho” En los municipios de la zona Centro del estado, afirmó el obispo, quien señaló que en las otras tres diócesis que hay en Guerrero (Acapulco, Altamirano y Tlapa) sí se han registrado hechos de violencia y presiones contra los candidatos.
Por ello, dijo que ya está “en ese trabajo” de negociación con líderes criminales de otras regiones, y en el caso específico de Tierra Caliente, reconoció que ha tenido “muy poca comunicación” con los líderes de los grupos delictivos.
“Yo mandé un mensaje general al señor de aquellas tierras, (le pedí) que por favor respetara a los sacerdotes, a los catequistas y a mí de paso, porque tengo que estar yendo allá. Y pues yo mando el mensaje, que respondan depende de cada quien”, reveló Rangel Mendoza.
También reveló que tuvo comunicación “con ciertas personas” a quienes les preguntó sobre “ese grupo violento” que opera en la zona de Plan de Liebres y Venta Vieja, en el municipio de Eduardo Neri, donde “desgraciadamente ahí anda el diablo suelto”, lamentó el obispo.
Durante la conferencia de prensa comentó que durante esta semana sostendrá más reuniones con líderes criminales para tratar de pacificar el proceso electoral a petición de los propios candidatos, pero se negó a revelar quiénes y de qué partidos políticos le solicitaron su intervención. Tampoco informó con qué grupos delictivos se reunirá.
“No se los puedo decir porque me echan a perder mi trabajo. Es una secrecía entre nosotros y es como estamos obrando. Tampoco puedo decirles mi agenda de la próxima semana, por seguridad nunca lo digo”, argumentó.
Rangel Mendoza también fijó postura sobre la Mesa de Seguridad Electoral que instaló el gobernador Héctor Astudillo Flores con los partidos políticos, cuyo objetivo es atender las situaciones de violencia en este proceso electivo.
El prelado reprobó la estrategia implementada por el gobierno del estado, pues advirtió que no ha garantizado la seguridad de los candidatos.
“Con perdón de muchas personas, pero es como cuando hacen el Club de Tobi, puro varoncito y una mesa entre amigos (…) y si solamente llaman a amigos, a gente que los va a apoyar o los va a aplaudir, creo que no tiene muchos sentido. Pero algo es algo. Peor es nada”, dijo.
Reiteró que por su parte seguirá negociando con los jefes de los grupos delictivos para generar condiciones de paz y elecciones libres y tranquilas.
“Dios quiera que estas elecciones sean reflexionadas, libres, que no nos veamos coaccionados y ojalá que los mismos candidatos acepten esta responsabilidad de una manera libre. Yo apuesto más por un Estado de derecho, de instituciones, que un Estado donde sea libre la impunidad, donde las armas estén matando la democracia”, sentenció.