* “Que Dios los bendiga, no están haciendo un regalo al obispo sino a Dios”, dijo el prelado durante una misa en la iglesia de Tlanicuilulco, en diciembre del 2017, en la que habrían estado presentes los líderes de ‘Los Ardillos’

Redacción

“A todas las personas que pusieron su granito de arena, que Dios los bendiga, no están haciendo un regalo al obispo sino a Dios”. Así agradeció el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, una serie de obsequios valiosos que le hicieron pobladores de Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango, donde el grupo criminal ‘Los Ardillos’ tienen su centro de operaciones.
De acuerdo con un video que fue subido a YouTube este miércoles, el jerarca católico ofició una misa a finales del 2017 en fechas cercanas al Día de la Virgen de Guadalupe, en la parroquia de esa comunidad, en la que agradece a los pobladores que le regalaran un báculo y un pectoral, hechos de plata, así como un anillo.
Según la información divulgada por el portal Bajopalabra, en la misa habrían estado presentes los líderes de ese grupo delictivo.
“Este báculo… yo no había visto un báculo tan elegante y con la Santísima Virgen, lo mismo este pectoral… y luego este anillo tan elegante, me siento como señora rica”, dice en tono de broma el obispo Rangel Mendoza en el video de un minuto 11 segundos que fue grabado dentro de la parroquia de Santa María de Guadalupe en Tlanicuilulco.
Enseguida expresa su agradecimiento “a todas las personas que pusieron su granito de arena (para comprar esos regalos), que Dios los bendiga”, y precisa: “No están haciendo un regalo al obispo sino a Dios”.
Rangel Mendoza añade que “yo aprecio mucho la presencia de sacerdotes, de las monjitas, de los señores presidentes (…) de muchos amigos que están aquí”.
De acuerdo con Bajopalabra, el mismo obispo habría relatado que durante esa celebración, “en la iglesia estuvieron presentes presidentes municipales de la región Centro de Guerrero, entre ellos presuntamente el alcalde de Quechultenango, Alberto Rodríguez Jiménez”.
Rangel Mendoza lleva meses insistiendo en que las autoridades deben dialogar con los grupos delictivos para poner freno a la violencia que se registra en diversas regiones y municipios de Guerrero, entre ellos Chilapa, en donde hay una violenta disputa entre ‘Los Jefes’ y ‘Los Ardillos’ que durante el 2017 dejó más de 220 muertos y al menos 22 víctimas durante enero pasado, a pesar de la presencia de militares y policías.