* El gobernador precisó que el objetivo de la acción encabezada por la Marina y el Ejército fue aprehender al Supervisor General y al coordinador de Movilidad y Transporte de esa corporación, acusados ambos de homicidio

REDACCIÓN

El gobernador Héctor Astudillo Flores afirmó que el desarme de los elementos de la policía municipal de Acapulco se debió a que existe la sospecha de que estaban infiltrados por un grupo delictivo que opera en el puerto, además de cumplir las órdenes de aprehensión en contra de dos mandos de esa corporación acusados de homicidio.
En una entrevista con el periodista Carlos Loret, el mandatario estatal explicó que el operativo que encabezaron el martes pasado elementos de la Marina y el Ejército Mexicano, en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco, fue para ejecutar dos órdenes de aprehensión contra dos mandos.
Precisó que los dos detenidos acusados de homicidio, ocupaban los cargos de Supervisor General y coordinador de Movilidad y Transporte de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco.
Astudillo Flores dijo que además de cumplimentar las dos órdenes de aprehensión, se aprovechó el operativo para hacer una “saneada”, revisar al equipo, transporte y expedientes de cada uno de los más de 500 elementos que conforman la corporación policiaca.
El mandatario negó que esté en análisis la intervención en otra corporación policiaca municipal, aunque estas se han ejecutado de manera sorpresiva, como sucedió con el caso de la Policía Municipal de Zihuatanejo en mayo de 2017, donde se detectaron nexos con grupos delictivos.
Negó que represente un fracaso para su administración estatal el hecho de que en un municipio como Acapulco, la policía municipal tenga vínculos con grupos delictivos, y precisó que se trató de una acción para hacer frente a los graves problemas de inseguridad en el puerto.