Jesús Saavedra

A pesar de que unas 2 mil familias han sido notificadas de que viven en zona de alto riesgo en barrancas de Chilpancingo, se niegan a abandonar sus domicilios y en casos extremos como en la barranca de El Tule están reconstruyendo en el margen de una ladera que obligó en septiembre del año pasado a desalojar a 42 familias de ese lugar.
El director de Protección Civil en esta capital, Gustavo Vela Guevara dio a conocer que desde enero iniciaron un programa de limpieza y desazolve de barrancas, “en Chilpancingo pasan 54 barrancas en la zona urbana y 16 barrancas son catalogadas de alto riesgo, en esas 16 barrancas ya están limpias, desazolvadas, todo está en orden”.
Entre esas 16 barrancas se encuentran Las Calaveras, Jalahuatzingo, Tepango, El Tule, La Lobera, Las Tortolitas, San Miguelito y Ocotepec, señaló el funcionario municipal.
Explicó que en especial la barranca Las Calaveras “estamos trabajando desde enero en las bóvedas porque causa problemas en época de lluvias en la zona del mercado central, estamos trabajando y nos está apoyando personal de Capach, afortunadamente en las lluvias que ha habido no ha habido ninguna inundación”.
Dijo que de enero a la fecha “llevamos 40 barrancas limpias y desazolvadas, las demás que nos faltan son pequeños ramales que con una chaponada de hierbas quedan limpias”.
Indicó que a finales de mes “tendremos al cien por ciento limpias y desazolvadas las barrancas, estamos notificando a familias que zonas de alto riesgo y que están propensas a inundaciones sus viviendas también están siendo notificadas”.
Vela informó que en Chilpancingo hay unas 5 mil personas y unas 2 mil familias viviendo en zonas de alto riesgo, “nosotros les hemos insistido cuando les vamos a notificar que tienen que abandonar esos sitios porque viven en zonas de alto riesgo, viven en zona federal, han sido afectados por otros fenómenos naturales, pero aun así siguen viviendo ahí”.
Y citó como ejemplo a familias que fueron reubicadas después de Ingrid y Manuel en la colonia Nuevo Mirador “y siguen habitando sus viviendas que fueron afectadas por ese fenómeno en septiembre del 2014”.
Por ello informó que están “trabajando con el departamento jurídico del ayuntamiento para determinar cómo vamos a proceder, porque es recurrente que son notificados y siguen habitando sus casas”.
Añadió que en la semana estuvimos trabajando en la barranca del Tule donde hubo un deslizamiento de tierra en septiembre del año pasado, “se reubicaron a 42 familias, el jueves que estuvimos trabajando ahí descubrimos que una familia está re construyendo y platiqué con la señora le dije que estaba mal, que construyera justo debajo del deslizamiento de tierra y que se iba a caer la construcción en época de lluvias y me contestó que estaba bajo su propio riesgo”.
Dijo que la instrucción del alcalde, Jesús Tejeda Vargas “es agotar el diálogo, pero es difícil lidiar con estas familias que no han medido el riesgo al que están expuestos ahora que se acerca la temporada de lluvias”.