* Hay 32 escuelas cerradas, nula actividad comercial y parcial del servicio público, calles vacías, y ‘toque de queda’ en el valle del Ocotito a partir de las seis de la tarde

Bernardo Torres / Jorge Martínez

Son al menos 32 escuelas de diferentes niveles educativos y cerca de tres mil 500 alumnos sin clases, por el ambiente de tensión que se vive en el corredor Palo Blanco-El Ocotito, luego de dos ataques armados que sufrió la policía comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
En El Ocotito son 11 planteles educativos entre preescolar, primaria, secundaria, Bachillerato y Nivel Superior, los que se encuentran en paro, entre tres y cuatro en el resto de las seis comunidades que conforman este corredor donde tiene presencia esta organización.
Mohoneras, Ocotito, Buenavista, Cajeles, El Rincón de la Vía, Acahuizotla, Palo Blanco, Mazatlán, y Petaquillas, no tuvieron clases desde el lunes, tras el enfrentamiento entre presuntos “Ardillos” y policías estatales, que dejó como saldo una persona muerta, y varios vehículos decomisados.
La suspensión de las actividades escolares se extendió luego del segundo ataque en contra de la comunitaria que opera en el poblado de Palo Blanco, y será hasta el próximo lunes cuando probablemente se reanuden, bajo resguardo del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana (SSyJC).
En Palo Blanco y Petaquillas también están completamente paralizadas las actividades comerciales, mientras que en el resto del Valle, se están desarrollando de manera parcial, así como el transporte público.
Según autoridades comunitarias, luego del reforzamiento que hizo la UPOEG, a la zona del Valle, se espera que todas las actividades se reanuden y el clima de estabilidad regrese, así como la confianza en el Sistema de Seguridad.
El comisario de El Ocotito, Fernando Rosales, manifestó que lo que ha influido a este clima de zozobra han sido los rumores, y aunque el mismo pueblo ha tomado medidas de seguridad para no exponerse, la población se refugia en sus hogares después de las 20:00 horas.
La señora María Eugenia ‘N’, explicó en las afueras de Secundaria Técnica 11, que en el Ocotito el toque de queda comienza a las 18:00 horas de todos los días.
Indica que ella tiene cinco hijos y que es una buena decisión el que no haya clases “no quiero que le toque a alguno de mis hijos las balaceras”, dijo.
Tanto en Buenavista de la Salud como en El Ocotito se siente un ambiente tenso, con muy poca gente en las principales calles, negocios cerrados y las personas curiosas observan cada movimiento que pasa a su alrededor.
En Buenavista son cinco escuelas, dos jardines de niños, una primaria, una secundaria y el CEBTA, que se suman a las once instituciones sin clases de El Ocotito.
El comandante de la policía comunitaria de la UPOEG, José ‘N’, informa que las balaceras han sido constantes “la gente tiene miedo y no es para menos”.
En su base en Buena Vista informó que los recorridos son constantes y que paran vehículos al azar para tratar de inhibir a la delincuencia.
En entrevista, dijo que la población debe informarles si regresarán a clases el lunes y que si así lo deciden los padres de familia, ellos llevarán a cabo un operativo para resguardarlas.
A través de redes sociales, las autoridades han mantenido contacto con los maestros y con autoridades de las comunidades para que no se arriesguen y en caso de alguna eventualidad, se informa de que no hay condiciones, para evitar “alguna desgracia”, dijo el comisario. (API/ANG)