Alejandro Mendoza

Chilpancingo necesita una profunda transformación. En las elecciones del 2008, cuando tuve la primera oportunidad de ser candidato a la Presidencia Municipal de la capital, planteamos la alternancia como propuesta a la ciudadanía porque se creía una necesidad primordial hacerlo.
Hoy, Chilpancingo necesita transformación, no sólo alternancia. Es una de las capitales más atrasadas del país. Y ha sido gobernada por más de ochenta años por el mismo partido político, y los resultados están a la vista.
Por eso estoy convencido que cuando Chilpancingo tenga un presidente municipal surgido de filas distintas al partido político que lo gobierna, la estructura política no sólo de la capital, sino de la entidad, será realmente impactada. Es posible que el verdadero proceso de transformación social, política, cultural y económica avance en Guerrero. La capital es la sede de los poderes y el centro de la vida política del estado.
Nuestro municipio ha tenido un papel fundamental en la historia de nuestro país. Se debe tener claro este escenario y saber lo que quiere la gente. No se puede venir a ofrecer promesas de campaña que en realidad se trata del cumplimiento de las responsabilidades de quien gobierna. No se puede venir a decir que se resolverá el grave problema de la recolección de basura, cuando es una responsabilidad del alcalde resolverlo. No se puede decir que habrá solución al grave problema de la escasez del agua potable y demás servicios públicos, cuando es responsabilidad del alcalde de por sí atender esa demanda.
La alternancia se refiere al cambio de gobierno. Si un partido político gobierna durante varios periodos electorales consecutivos, la alternancia no existe: el poder siempre lo detenta el mismo sector. En cambio, si gobierno un partido político con ciertas siglas y luego otro, y posteriormente otro, o puede ser que alguno de los mismos, la alternancia se estaría dando. Pero quizá no una profunda transformación en la forma de ejercer la política y el gobierno, porque el sistema sigue siendo el mismo.
En Guerrero, el gobierno del estado y municipios importantes han tenido alternancia en el gobierno, pero no se generó ninguna expectativa de transformación profunda a la vista de los ciudadanos. El sistema político sigue siendo el mismo. Y en éste sistema la corrupción tiene todavía su nido. La alternancia no fue suficiente.
En la actualidad Chilpancingo necesita una profunda transformación. Un verdadero cambio político es toda transformación que acontece al sistema político y a sus componentes, donde se puede establecer una comparación entre un estado precedente y otro sucesivo del sistema, que afectan a todo un constructor social.
Se necesita una transformación en los valores, principios, ideales y papel en la vida política de Chilpancingo. La gente ya no quiere pleito entre los políticos, quiere soluciones a sus demandas.
Chilpancingo necesita una transformación en la visión de cómo gobernar. Una transformación en la forma en cómo se manejan los recursos públicos. La alternancia es de corta visión, se requiere de una verdadera y profunda transformación.
Los errores fueron míos, los aciertos de Dios, sonría, sonría y sea feliz.
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