¿Cómo anda la lumbre del comal?

 

Felipe Victoria

 

Muchos nos preguntamos por estos bullangueros rumbos qué estará más difícil de atinarle: si a la mera hora el presidente Peña Nieto se decide por imponer de candidato priísta a José Antonio Meade Kuribreña, a su cuatísimo Aurelio Nuño Mayer, o desafía al poderoso grupo mexiquense de Atlacomulco y le cumple al hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong.

Pero igual cabe la posibilidad de que en el momento crítico opte por la salomónica decisión de sacarse un As bajo la manga e imponga a cualquier otro personaje, que algunos hasta apuestan pudiera ser Enrique de Lamadrid.

Nada seguro que lo haga el 27 de noviembre, su fecha de buena suerte, según esoteristas cercanos de Los Pinos, pero muchos anda hechos bolas y calculan que hasta enero próximo sería, aunque la costumbre y los tiempos siempre han sido en octubre o noviembre.

Lo que sí se sabe es que Enrique Peña Nieto ya está avisado de los riesgos de que la historia negra de 1994 se pudiera repetir, como cuando los inconformes camachistas y hankistas se aliaron desde adentro de Los Pinos para quitar del camino, en Tijuana, a su candidato Luis Donaldo Colosio Murrieta, y Joseph Marie Córdoba Montoya aprovechó la confusión y les plantó de candidato sustituto a Ernesto Zedillo Ponce de León, porque a Pedro Joaquín Coldwell lo presionó su familia para no poner en riesgo su vida relevando a su especial amigo Colosio, al que cuando le castigaron los fondos para hacer campaña apoyó Don Nassim Joaquín.

De veras que de aquí al día en que Enrique Peña Nieto tome la decisión final, no ha de poder dormir muy tranquilo, con la pesadilla recurrente de soñar a un Andrés Manuel López Obrador asumiendo la Presidencia e iniciando una feroz cacería de brujas, iniciando procedimientos para que expliquen sus fortunas y propiedades muchos, o de plano yéndose al exilio como lo hizo Porfirio Díaz en 1911, antes que Madero decidiera dejársela caer.

Quienes conocen del entorno en Chile en la década de los setenta con lo que le sucedió a Salvador Allende, encuentran posibles paralelismos con la lucha de López Obrador.

No perdamos de vista que en México Madero insistió y persistió para derrocar al dictador, lo dejaron sentir qué era ser presidente y en seguida lo asesinaron, dando                             comienzo a la verdadera revolución que fue una encarnizada lucha por el poder entre caudillos que solo aplacó Plutarco Elías Calles con su ocurrencia de fundar el partido oficial en 1929.

La escisión del PRI en 1988 con la corriente democratizadora de Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano fundando el pujante PRD fue una opción viable para terminar con el predominio del tricolor, pero la infiltración de tránsfugas lo acabó echando a perder y sigue en proceso de desmoronamiento y amorenamiento.

Renglón aparte, comento el relajo tremendo con tantos aspirantes suspirantes a la codiciada Presidencia Municipal de Acapulco, mencionando nombres de algunos que fueron Alcaldes:

Ricardo Morlett Sutter, Martín Heredia Merckley, Israel Nogueda Otero, Antonio Trani Zapata, Israel Hernández Ramos, Ismael Andraca Navarrete, Virgilio Gómez Moharro, Febronio Díaz Figueroa, Amín Zarur Ménez, Alfonso Argudín Alcaraz, Israel Soberanis Nogueda, Virgilio Gómez Moharro, René Juárez Cisneros, Antonio Piza Soberanis, Rogelio de la O Almazán, Juan Salgado Tenorio, Manuel Añorve Baños, la primera vez, y sus interinos César Varela Blanco y Ana María Castilleja Mendieta, Zeferino Torreblanca Galindo, Alberto López Rosas, Félix Salgado Macedonio, Manuel Añorve Baños, de nueva cuenta con sus interinos Alejandro Porcayo Rivera, José Luis Ávila Sánchez y Verónica Escobar Romo, Luis Walton Aburto y el interino Luis Uruñuela Fey, y ahora todavía pero intentando reelegirse Evodio Velázquez Aguirre por instrucciones de Beatriz Mojica Morga.

Cuentan que cuando los alcaldes pertenecían al partido tricolor no se hacían ruido al heredar el feudo, pero cuando el PRD se lo quitó al PRI en 1999, comenzaron los escandalitos por malas cuentas que no pasaron de salivazos. En 2012 los del Movimiento Ciudadano se la hicieron igual al PRI y en 2015 los del PRD a ellos, el caso es que ya se hizo costumbre que dejen las arcas casi vacías y no se han visto devoluciones de lo supuestamente esfumado, ni a ningún expresidente enjuiciado. ¿Qué sucederá con Evodio Velázquez si no consigue permanecer en la alcaldía?

Más de una docena de personajes se apunta por ahorita para ser candidatos por lo menos, ya sea por partidos políticos  como Ernesto Rodríguez Escalona, Julieta Fernández Márquez, Fermín Alvarado y Ricardo Taja por el PRI; Ramón Almonte Borja y David Jiménez Rumbo y alguien más por el PRD; Ricardo Mejía Berdeja por el Movimiento Ciudadano, o hasta como independientes en los casos de Jacko Badillo, Víctor Jorrín, Marco Antonio Terán Porcayo y los hermanos Solorio Almazán.

Pero la incógnita que pone a temblar a muchos, es saber si se lanza por el PAN el exalcalde y exgobernador Carlos Zeferino Torreblanca Galindo y, en un caso dado, ¿por qué no? hasta el dos veces exgobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, por el inestructurado Morena que intenta venderle al mejor postor las candidaturas de lo que sea o seducir la buena fe de la magistrada Adela Román para que figure de relleno figurativo.

Visto así el panorama la cuestión estará muy entretenida, álgida y quizá hasta peligrosa, porque ahora en Acapulco las que deciden son las mafias apoderadas de ese municipio.