Desde otra perspectiva

 

Felipe Victoria

 

Las cosas en Guerrero andan calentándose antes del segundo aniversario de Héctor Astudillo en el poder estatal.

Nada mejor entonces que apartarse un poco y enterarse de cómo anda el clima político en México.

Compártoles fragmentos la columna Razones de JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ en el Excélsior con las comillas de rigor:

“La pasarela de la liturgia”

“El Presidente se muestra tranquilo en el tema de la sucesión. No reveló fechas para saber quién será el candidato”.

“No hay secreto alguno que se pueda develar de una reunión del Presidente y algunos de sus más cercanos colaboradores ante una treintena de periodistas. Lo de ayer –(17 oct)— en Los Pinos podríamos calificarlo como la pasarela que no fue pasarela, pero que sí terminó siéndolo”.

“El motivo de la convocatoria fue realizar un amplio repaso a las tareas de reconstrucción, de lo avanzado en ella y de lo aún pendiente, pero constituyó una oportunidad para que el presidente Peña pudiera dialogar con un amplio grupo de periodistas con agenda abierta y durante unas tres horas, sin cámaras, sin micrófonos, pero con el único límite que impone la política real”.

“No fue la sucesión el tema más abordado por el presidente Peña Nieto, pero sí, obviamente, donde más concentrado estaba el interés. Para el primer mandatario, quien será el factor clave de la designación del candidato de su partido, no se trata de que sus aspirantes no se mueven: sí lo hacen, deben hacerlo, dijo, y deben salir en la foto, pero sin dejar, subrayó, ‘la liturgia’ que implica ese proceso en el Partido Revolucionario Institucional”.

“¿Qué quiere decir liturgia? Significa ‘el orden y la forma’ con que se realizan las ceremonias o actos solemnes, sean o no religiosos. Y el Partido Revolucionario Institucional, dijo una y otra vez el presidente Peña, respeta esa liturgia, ese ‘orden y formas’ que hace a su proceso de selección diferente al de otros partidos”.

“Así se designará a uno de los cuatro hombres que estaban acompañando a Peña en la mesa: José Antonio Meade, Miguel Osorio Chong, Aurelio Nuño y José Narro”.

“Esos cuatro hombres respetaron rigurosamente la liturgia en la reunión. Todos intervinieron abordando sólo sus respectivas responsabilidades, aunque fue mucho más evidente, en tiempos y hasta en el lenguaje corporal, la participación de José Antonio Meade, el único, además, que al inicio de la reunión, detrás del presidente Peña, saludó de mano a todos y cada uno de los invitados”.

“El presidente Peña, quien se muestra en total control de ese proceso, tampoco develó fechas. No tenía por qué hacerlo, las mismas las fija el calendario electoral y, en ese sentido, el 14 de diciembre, aceptó, tendrá que registrarse su candidato a la Presidencia. No hubo más señales ni mensajes al respecto, será a finales de noviembre”.

“Fue mucho más explícito el presidente Peña respecto a la designación del próximo fiscal general de la República, luego de la renuncia, ayer, de Raúl Cervantes a la PGR”.

“Lo importante fue que reconoció que a él no sólo no le gustaba que el fiscal permaneciera nueve años en su cargo, un periodo demasiado largo, sino que, incluso, no le gustaba la propia figura del fiscal. Él hubiera preferido modernizar el modelo de la Procuraduría General de la República, hacerlo más eficiente y autónomo en lugar de crear la fiscalía, pero que ésa había sido la salida que encontraron los partidos en el Pacto por México. Por eso lo aceptó”.

“Recordó que los partidos en el Senado habían abandonado el tema durante tres años. Agregó que en la designación de distintos cargos públicos hoy hay ‘de chile y de manteca’, que intervienen, según el caso, demasiadas instancias, desde el Inegi hasta la Suprema Corte, y que eso genera confusión”.

“Y tiene, por lo menos, en ese punto, toda la razón: la constante ciudadanización mal entendida de instituciones y cargos no hace más transparente o menos partidaria las designaciones: sólo las encubre. Pero algo pasa que muchos de esos cambios se realizan para alcanzar consensos (que luego se rompen), aunque no estén dentro de las convicciones del mandatario en turno. Sólo dos ejemplos: Felipe Calderón no estuvo de acuerdo en muchos de los puntos de la Reforma Electoral aprobada en el 2007, pero avanzó con ellos para tratar de sumar a esos consensos a López Obrador”.

“No sirvió de nada. Peña Nieto hizo lo mismo con distintos capítulos del Pacto por México, entre ellos la propia creación de la Fiscalía, pero esos acuerdos también fueron rotos por algunos de sus opositores que en su momento los habían propuesto y aprobado. Quizás, es hora de aprender, pase lo que pase en el 2018, que, como también dijo ayer Peña Nieto, el gobierno no puede ser rehén de un proceso político”.

Sirva la perspectiva de Jorge Fernández Menéndez para ampliar nuestros horizontes tan localistas a veces, pues ni Guerrero ni Acapulco son el centro del universo, sino que formamos parte de una República integrada por estados libres y soberanos, donde lo importante es permanecer unidos como Nación, esta del enorme y rico territorio que muchas potencias extranjeras quisieran dividir en los Méxicos del Norte y el Sur.