* José Díaz aseguró que en ese municipio, Tixtla y Zitlala, van más de 200 homicidios en lo que va del año

 

JUAN JOSÉ ROMERO

 

Si Acapulco es considerada la capital del crimen, Chilapa es “la mega capital del crimen”, pero “Chilapa no es turístico”, denunció José Díaz Navarro, presidente del colectivo Siempre Vivos que integran familias que buscan a personas desaparecidas.

En conferencia de prensa, el activista dijo que de acuerdo con un informe del Consejo de Seguridad, Justicia y Paz, un reporte del 2016 coloca a Acapulco con una tasa de 116 homicidios por cada100 mil habitantes.

Y dentro de las 50 ciudades más violentas del mundo además de Acapulco se encuentran al menos 5 ciudades de Venezuela, entre ellas la ciudad de Caracas, en Sudamérica.

Sin embargo, dijo que en Chilapa se tiene registro de 191 homicidios por cada 100 mil habitantes, y entonces “si Acapulco es la capital del crimen, entonces Chilapa creo es la mega capital, pero obviamente Chilapa no es turístico, en Chilapa hay muchos indígenas, muchos campesinos, mucha gente que desaparece”.

Díaz Navarro agregó que desde el primero de enero al primero de septiembre de este año, se tiene un registro de 173 homicidios, más uno que dijo vieron mientras venían en camino a Chilpancingo, aunque cerró la cifra definitiva en 173.

En Tixtla, dijo, registraron 19 homicidios en este mismo lapso, aunque dijo que el dato es engañoso, porque muchas personas son capturadas en ese lugar y asesinadas y tiradas en Chilpancingo.

En Zitlala dijo tiene un registro de 16, lo que hace un total de aproximadamente 205 homicidios en estas tres ciudades en 8 meses. “Yo le he denominado el corredor de la muerte, por toda esta situación que estamos viviendo”.

Otra situación que se suma a esta situación es que las llamadas policías comunitarias ahora trabajan para el crimen organizado de ‘Los Ardillos’, incluyendo la policía comunitaria que opera en Tixtla.

Insistió que actualmente Chilapa y otros 9 municipios están controlados por la organización delincuencial denominada “Los Ardillos”, que encabezan los hermanos Celso Iván y Antonio Ortega Jiménez, este último preso en una prisión federal en el estado de Chiapas.

El área que controlan los hermanos Ortega, dijo Navarro, va desde Quechultenango, Chilapa, Tixtla, parte de Chilpancingo, Mártir de Cuilapan, Zitlala, Hueycantenango, Atlixtac y Ahuacuotzingo.

Ante esto, responsabilizó de los homicidios que se perpetren en Chilapa al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y al Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, porque no acuden a detener a los delincuentes que encabezan estas organizaciones delictivas.

Comentó que desde 2015, los denominados “Rojos” han sido desplazados por ‘Los Ardillos’, tomando “otros matices” la situación de violencia en esta demarcación, porque también encabezan a las policías comunitarias “Por la Paz y la Justicia”, lo mismo que la comunitaria de San Jerónimo Palantla, y también controlan las policías municipales en Quechultenango y Mochitlán. “Todos esos policías están al servicio de Celso Ortega Jiménez, de ‘Los Ardillos’, de ‘Los Jefes’, de la policía comunitaria la CRAC de esa región, como le quieran llamar”, dijo molesto.

Díaz Navarro aseguró que un 90 por ciento de los 173 homicidios que se han cometido en Chilapa han sido perpetrados por los hermanos Ortega Jiménez, “yo creo que en la historia de Guerrero son los más sanguinarios, son los más violentos, los más crueles que hemos tenido y que siguen operando impunemente”, expresó.

Los colectivos de familiares de personas desaparecidas iniciaron una campaña de poner un alto a las graves violaciones de derechos humanos, pero que ni la CNDH, ni la estatal han hecho pronunciamiento alguno “es decir estamos en un completo abandono”. (Notymás)