* Mario Vergara, buscador de fosas en la región Norte, dijo que en ese municipio han aumentado las desapariciones forzadas de personas, pero nadie denuncia por miedo

 

ALONDRA GARCÍA

 

Desde hace dos meses, la violencia repuntó en el municipio de Huitzuco y las personas comenzaron a desaparecer a manos de la delincuencia organizada, denunció el buscador de fosas clandestinas Mario Vergara Hernández, quien aseguró que la Autopista del Sol se ha convertido en un tiradero de cadáveres.

“Huitzuco ahorita está muy violento, está desapareciendo la gente. Nadie hace denuncias por miedo, por amenazas, pero uno sabe quiénes son las personas que se llevan a su familiar. Los levantan a plena luz del día”, comentó en entrevista con varios medios de comunicación.

Uno de los casos más recientes, dijo, fue el secuestro del hijo del chofer de un camión.

Detalló que tanto el padre como el hijo iban en el camión cuando un grupo armado los interceptó, los asaltó y se llevó secuestrado al joven.

Al poco tiempo, los criminales comenzaron a exigir el pago de un rescate e incluso enviaron un dedo de la víctima para presionar a la familia.

Tras el pago del rescate, el joven volvió con vida a su casa, pero con una mano mutilada.

“Esto sigue pasando, esto no ha parado”, dijo Vergara Hernández, quien añadió que “es mentira” que digan que “los índices delincuenciales van a la baja. Yo diría que es todo lo contrario. Han aumentado, se han disparado muchísimo”, aseveró el activista.

Asimismo, señaló que entre la caseta de Paso Morelos y Alpuyeca hay un retorno que conduce a San Juan Teocalcingo, donde “hay un tiradero de personas” muertas.

En ese punto, dijo que recientemente “tiraron a un paisano” suyo. El cuerpo fue levantado por personal del Servicio Médico Forense (Semefo) y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE).

“Llegaron dos personas que son peritos, lo subieron a la camilla y se lo llevaron. Ni siquiera cumplieron con los protocolos. Yo tengo los zapatos (del asesinado) en mi casa porque yo llegué a ese lugar al otro día (de que levantaron el cuerpo) y vi las marranadas que hicieron. Ahí estaban los zapatos de la víctima. Les tomé fotos porque dije ‘esto puede ser reconocido por los familiares’. Y sí, una persona de Estados Unidos me dijo que esas botas eran de su hermano”, recriminó Vergara Hernández durante la entrevista.

Indicó que en los últimos dos meses han tirado dos cuerpos en ese mismo punto. Sin embargo, no descartó que haya más ocultos en la zona.

“Dos cuerpos son de los que nos hemos dado cuenta. La gente sabe pero calla, la gente tiene mucho miedo, encuentran una osamenta y no quieren problemas. Es difícil sacarles información a las personas”, expuso.

Para el buscador de fosas clandestinas, “la Autopista del Sol se ha vuelto un tiradero de personas, tanto para Morelos como para Acapulco”.

Esta situación, dijo, lejos de ser un problema resulta “un alivio” para los familiares de las víctimas.

“¡Qué bueno que los están tirando! Yo le doy gracias  la delincuencia porque no los desapareció, porque a nosotros nos alivia encontrar a nuestro familiar. Vivimos en un país en el que encontrar a tu familiar desaparecido, aunque sea convertido en osamenta, es una alegría”, afirmó Vergara Hernández, quien desde hace años busca en fosas clandestinas a su hermano Tomás, quien fue plagiado por un grupo criminal.

Sobre esta labor, informó que hasta la fecha, él y su grupo de compañeros han recuperado 170 osamentas y más de tres mil fragmentos de huesos humanos, de los que aún no se sabe a cuántas personas desaparecidas pertenezcan.

Gracias a los trabajos de identificación forense, 22 de los restos humanos han podido regresar a casa para ser sepultados por sus familiares.

Vergara Hernández indicó que esta labor de búsqueda de personas desaparecidas en fosas clandestinas la han realizado sin el respaldo del gobierno.

En la diligencia realizada el pasado 17 de julio, las autoridades llegaron a las 9:45 de la mañana. La búsqueda estaba programada desde las seis.

“Hemos encontrado y seguimos encontrando osamentas que el gobierno ni siquiera va a levantar”, recriminó.

Recordó que el 26 de mayo el grupo de buscadores de fosas clandestinas se reunió con el comisionado de Seguridad Nacional, Renato Sales Heredia.

En esa ocasión, le informaron sobre el hallazgo de una osamenta en una cueva en Tlaxmalac, municipio de Huitzuco.

El funcionario federal se comprometió a enviar un equipo para recuperar los restos humanos en un plazo máximo de una semana. Casi tres meses después, la osamenta sigue en la cueva.

“Hasta el día de hoy, esa osamenta sigue esperando a que el gobierno tenga tiempo. Así es como las autoridades se deslindan de su responsabilidad”, reprochó Vergara Hernández.

A pesar de la falta de respaldo institucional, el activista aseveró que las familias “seguirán buscando a donde quiera que les digan que hay un cuerpo”.