Vísperas con calambres

 

Felpe Victoria

 

Hasta el momento, de entre casi veinte personajes que andan acalenturados imaginando que pudieran legar a ser candidateados a la presidencia en 2018, solamente la risa y embates de Andrés Manuel López Obrador son los que se escuchan.

Quien como él que tiene su partido propio y se autonombró candidato anticipadamente, escenificando una parodia de campaña extraña desde mucho antes que todos los demás puedan decirse ni siquiera “precandidatos”; dentro de las filas del Morena nadie osaría competir con él y como quiera que sea su equipo de publicistas resulta excelente.

Ingeniárselas para conseguir que vaya a la cabeza de tantas encuestas no habrá sido fácil ni barato, como sea le comió el mandado de antemano a los demás pretendientes a dormir en Los Pinos a partir de 2018.

A la otra que quiso madrugar, Margarita Gómez del Campo, en el PAN los sirvientes le salieron respondones e insumisos: Rafael Moreno Valle no se doblega y Ricardo Anaya no se baja de su macho.

En lo que aún queda del otrora pujante PRD siguen hechos camote, porque el engrudo se les hace bolas en esa feroz contienda interna entre corrientes y tribus; encarnizados enemigos entre cardenistas, chuchos y los demás, donde sorpresivamente brincó al primer plano Juan Zepeda, nomás por la valentía de desafiar al Peje en las elecciones del Estado de México, que no quiso declinar en favor de la     maestra Delfina Gómez que se prestó de marioneta a la farsa, pero ya le darán su premio de consolación.

A la que no le tocará más que chambitas para las hijas es a la panista Josefina Vázquez Mota por su actuación en roles coestelares.

¿Quién creyó que el poderoso Grupo Atlacomulco dejaría el feudo en manos ajenas a la dinastía Del Mazo, contando con todo el apoyo financiero de la federación en poder del primo?

Por algo la aristocracia de la burocracia sigue sólida en más de medio México y el partido oficial lleva las riendas de la monarquía y los virreinatos disfrazados de gubernaturas.

Después de casi siete décadas de mangonear México el PRI con sus distintas siglas tuvo que darse un receso, permitiendo una aparente alternancia en el poder con el tradicional y genuino opositor PAN, que se alió con el narcopoder de Sinaloa y el Pacífico para ganar la  subasta secreta por la Presidencia y entonces ni Francisco Labastida Ochoa ni Roberto Madrazo Pintado la hicieron contra Vicente Fox y Felipe Calderón.

Sin embargo, para el 2012 aprovecharon los tricolores la experiencia de Pedro Joaquín Coldwell para llevar al triunfo, haya sido como haya sido, a Enrique Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco se puso feliz.

El 11 de agosto de 2011, cuando el PRI perdió las riendas nacionales murió el gran jerarca, que hubiese sido un estupendo presidente: Carlos Hank González, el excepcional profesor de primaria transformado en magnate empresarial y político de excepción con el toque del Rey Midas.

El “Nuevo PRI” de 2012 nunca logró serlo de veras, estuvo en manos de Cristina Díaz, César Camacho Quiroz, Manilo Fabio Beltrones, al que no dejaron actuar como quería, Carolina Monroy del Mazo y Enrique Ochoa Reza. Mucho se especula que tras la gran Asamblea de mediados de Agosto lo pudieran dejar en manos de Claudia Ruiz Salinas o Emilio Gamboa Patrón.

El PRI acusará estertores si se atreve a modificar sus procedimientos para seleccionar candidatos y que las bases intervengan de veras, pero su gran dilema está en escoger el menos peor para la Presidencia en 2018.

Les urge alguien sólido, experimentado y  rudo para atajar al Peje que viene como máquina loca cuesta abajo, imparable. Los de Atlacomulco: Videgaray, Eruviel Ávila, Aurelio Nuño o Miranda Nava no cuentan con la talla necesaria y el hidalguense Osorio Chong parece no dar el peso requerido en la báscula.

Mucho menos entonces el médico José Narro, ni José Antonio Meade Kuribreña. No les va quedando más que sorprender con alguien fresco y diferente como Enrique de Lamadrid Cordero o recurrir a todo lo que sabe hacer y representa Pedro Joaquín Coldwell, el de mayor trayectoria y experiencia demostrada, o dejar a regañadientes que vuelva a la escena grande Beltrones Rivera para impedir que López Obrador les coma el mandado, así tuvieran que pactar alianzas con el PAN y hasta el PRD.

Quien ocupe la próxima Presidencia tendrá que decidir si comenzar por decretar la suspensión de garantías en muchas regiones del país, de las que se adueñó el narco y limpiar de cómplices las filas de la alta burocracia, el único  camino legal y real que nos queda o legalizar las drogas regulando el comercio y sometiendo tributariamente la actividad hasta ahora clandestina.

¿AMLO y su MORENA sí lo harían?

-¡Tiín, tilín!. Suena la campanita escolar afinándose para el retorno.

-Maestra Pizarrina, ¿quesque habrá un terremoto en el PRI?

-Eso dicen pero es en sentido figurado chamacos.

-Explíquenos por favor.

-Algunos alegan que por primera vez dejarán que las bases sean las que seleccionen internamente a los candidatos y no la cúpula como siempre.

-¿Por eso muchos resultaban chafas?

-Así fue, la bronca serán ahora los que quieran reelegirse y por eso muchas buscarán su oportunidad como independientes.