* Habitantes de la cabecera municipal de Leonardo Bravo denuncian abusos por parte de los elementos federales; durante el enfrentamiento hubo intercambio de piedras y palos

 

REDACCIÓN

 

CHICHIHUALCO.— Cientos de habitantes de la localidad de Chichihualco, la cabecera del vecino municipio de Leonardo Bravo, molestos por los abusos que, aseguraron, cometieron los policías federales que buscan a los agresores de un convoy policiaco, en una emboscada que dejó un policía muerto y tres más heridos el pasado martes 26 de julio, durante unas cinco horas retuvieron en el pueblo y les impidieron salir, a cerca de un centenar de elementos de la PGR en una veintena de patrullas, y cuando finalmente éstos escapaban del cerco, se produjo un enfrentamiento con piedras y diversos objetos entre los lugareños y los uniformados.

Los pobladores retuvieron a los agentes policíacos para exigirles que se fueran de la localidad, acusándolos de cometer diversos abusos durante los cateos y revisiones con el operativo desplegado para capturar a los sicarios del llamado Cartel del Sur, que emboscaron a otros policías a mediados de semana en una operación fallida lanzada presuntamente para capturar al líder de ese grupo delictivo, Isaac Navarrete Celis, “El Señor de la I”.

Las denuncias de los pobladores indican que los agentes federales ingresaban a los domicilios sin ninguna orden de cateo y causaban destrozos, e incluso, en las revisiones de vehículos, actuaban con total prepotencia, obligando a las personas hasta a quitarse sus zapatos y entregarles sus teléfonos celulares.

Los más de cien policías que permanecían en Chichihualco, montados en 24 patrullas, fueron retenidos cerca de las 19:00 horas en la salida del pueblo, donde la muchedumbre montó un bloqueo.

Más tarde dialogaron con los jefes de los policías y los pobladores decidieron liberar el paso a la mitad del convoy policíaco. Luego arribaron más elementos de esa misma corporación con equipo antimotin, quienes a empujones abrieron el paso y liberaron sus compañeros.

Ante esto, los enardecidos habitantes de Chichihualco reaccionaron lanzando piedras contra los policías y con palos los agredieron, desatándose el enfrentamiento que duró varios minutos.

En eso, un helicóptero de la Policía Federal hizo su aparición y sobrevoló la zona a baja altura para atemorizar a los manifestantes y dispersarlos, siendo entonces que el resto de los policías retenidos lograron salir.

En el lugar de la refriega quedaron varios vehículos dañados por las piedras que se lanzaron.

Los reporteros que cubrían la gresca fueron amagados y amenazados, incluso encañonados, por los policías federales, quienes exigían que no grabaran videos ni tomaran fotografías. (Con información de José Molina/API)