Alejandro Mendoza

 

Lo dramático de una familia es cuando llega al punto de no tener nada que comer y no tener dinero para poder comprar algo. Conozco casos así, y se ayuda en la medida que se puede hacer.

Las causas de tal condición familiar podrían ser muchas. Se puede argumentar en primer lugar la falta de preparación profesional del papá o la mamá que imposibilitó una mejor calidad de vida a través de una buena oportunidad de trabajo.

Sin embargo, también se puede aducir que ambos no tuvieron la oportunidad de estudiar ni de prepararse porque venían de familias de escasos recursos económicos. No estudiaron porque tuvieron que trabajar desde niños. Y en este contexto la espiral de una baja calidad de vida continúa en las próximas generaciones.

En segundo lugar, el alcoholismo y la drogadicción adquirida o por herencia generacional, pueden ser otras de las causas que provocan serios estragos en la familia, no sólo financiera, sino incluso maltrato familiar de todo tipo.

En tercer lugar, el despilfarro económico, el darse “la gran vida” y la mala administración de los recursos económicos puede conducir a una familia a ese estado de precariedad financiera. Se tuvo la mejor educación y preparación, se pudo a haber tenido buenos trabajos bien remunerados, se pudo tener incluso negocios o empresas muy prósperas, pero repentinamente, todo se vino abajo por malas y pésimas decisiones.

Y un último escenario puede darnos también otra perspectiva del por qué una familia puede llegar a tal condición.

La familia de clase media que cuenta con un matrimonio preparado y bien educado, pero que no cuenta con la oportunidad de un buen trabajo, porque simplemente no hay empleo en ningún lado. Muchas familias enfrentan este último escenario. Familias jóvenes con uno o dos hijos que quieren salir adelante, pero no tienen oportunidad para hacerlo, pues todas las puertas se les cierran.

He sido testigo de que hay padres y madres de familia profesionistas que se esfuerzan por salir adelante y buscan afanosamente tener un buen empleo muy bien remunerado. Y ante la falta de resultados positivos se tienen emplear de lo que sea en oficios o comercio ambulante. Lo importante es ganar algo de dinero para medio comer.

Pero lo dramático es que hay familias que llegan al extremo de no tener nada de dinero para poder llevar a su familia, a pesar de que hacen todo lo que pueden. Aunque desafortunadamente existen casos de familias que, por desidia, flojera, falta de iniciativa, conformistas o carencia de creatividad se encuentran viviendo vidas únicamente por sobrevivencia día a día y, eso, es lo más terrible.

Por último, hay familias que a pesar de toda y cualquier adversidad luchan, se esfuerzan y están saliendo adelante. Superan todos los retos que tiene la familia hoy en día, desde la crisis económica hasta la crisis de valores y principios pasando por todos los riesgos e influencias negativas del mundo, los medios de comunicación, las redes sociales, los conflictos y cánceres sociales y culturales que auspician toda clase de conductas ilícitas y destructivas.

Los errores fueron míos, los aciertos de Dios, sonría, sonría y sea feliz

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