* La avenida Insurgentes se convirtió en un río de lodo, piedras y hasta heces fecales por el aguacero que cayó ayer en la ciudad

 

ALONDRA GARCÍA

 

El drenaje de la calle 21 de Marzo, aledaña al Mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, colapsó a causa de la basura que los vendedores ambulantes vierten en las alcantarillas y de su rechazo a que la Secretaría de Protección Civil Municipal las desazolve.

La mañana de ayer se registraron lluvias fuertes en la capital provocadas por la tormenta tropical ‘Hillary’.

A las 12:50 de la tarde colapsó una de las alcantarillas y un torrente de agua sucia bajó por la calle y arrastró tierra y grandes trozos de concreto de una obra que se realiza en la entrada de esta vialidad, hasta desembocar sobre la avenida Insurgentes.

De las alcantarillas comenzó a brotar basura e incluso emergió un pescado podrido.

El coordinador de Protección Civil y Bomberos del municipio, Gustavo Vela Guevara, acudió al lugar acompañado por varios elementos.

Sin embargo, se retiraron del lugar tras constatar que no había nada que pudieran hacer.

En entrevista con El Sol de Chilpancingo, el funcionario explicó que el colapso del drenaje se debió a que los vendedores ambulantes utilizan las alcantarillas como depósito de basura.

Recordó que hace unos 10 días colapsó la alcantarilla que se ubica en el cruce que conforman la calle 21 de marzo y la avenida Insurgentes, lo que provocó que se levantara el concreto de la banqueta y de la calle.

Por ello, indicó que el personal de Protección Civil se dio a la tarea de limpiar las coladeras de la zona.

De la alcantarilla que se ubica sobre la avenida Insurgentes, informó que sacaron un camión y medio de basura, consistente en su mayoría de foam para floristería, desechos de animales muertos, tripas de pescado y vísceras de pollo, las cuales son vertidas por los vendedores ambulantes que se ubican en la calle 21 de marzo.

Señaló que la propietaria de un puesto semifijo ubicado en el cruce de la calle 21 de marzo con la avenida Insurgentes se molestó con los trabajos de desazolve y de manera violenta impidió que los empleados de Protección Civil concluyeran con su labor.

Diez días después, su puesto de ropa y flores es el más afectado por el colapso de las alcantarillas.

Vela Guevara detalló que en la parte media y alta de la calle 21 de marzo hay otras cuatro alcantarillas que la coordinación de Protección Civil no ha podido desazolvar, porque los ambulantes lo han impedido de manera violenta.

“Hemos tratado de limpiar las alcantarillas de esta zona, desafortunadamente no nos lo han permitido. Yo la semana pasada me quedé con mis máquinas paradas, no dejaron, no se quisieron quitar para que pudiéramos trabajar. Desgraciadamente esas negativas tienen consecuencias”, lamentó el funcionario municipal.

Por ello, informó que hoy a las nueve de la mañana acudirá nuevamente a la calle 21 de marzo para tratar de dialogar con los ambulantes y hacerlos entender sobre la necesidad de desazolvar las alcantarillas.

“Espero que ahora sí nos permitan trabajar. Yo voy a mandar a las nueve de la mañana dos volteos, una retroexcavadora y una brigada de 10 a 15 elementos para que puedan desazolvar esta zona”, comentó.

Otras alcantarillas que dan muestra de las afectaciones del comercio ambulante en el mercado Baltazar R. Leyva Mancilla son las que están más abajo, hacia las centrales de autobuses, las cuales forman parte de la Barranca de Las Calaveras.

Gustavo Vela Guevara detalló que la ubicada antes de la esquina de la Estrella Blanca tiene casi tres metros de profundidad.

“De ahí sacamos tres volteos de basura y se metieron tres elementos para sacar a pala todo lo demás”, comentó.

Más adelante se encuentra otra en la que Protección Civil lleva 15 días trabajando porque es de difícil acceso.

“Esa tiene un metro de altura, entran agachados. Hicimos una carretilla que es la que metemos y la vamos sacando mediante cuerdas. Tenemos que entrar, ponemos velas a lo largo del túnel para que este alumbrado. Sí es muy difícil”, expuso.

El funcionario aclaró que “la limpieza y mantenimiento de las coladeras no es el trabajo de Protección Civil” y lamentó que a pesar del esfuerzo que han realizado en desazolvarlas, a los pocos días éstas se vuelven a llenar de basura.

Respecto al cierre casi total de la calle 21 de marzo a causa del comercio ambulante, el titular de Protección Civil advirtió que ésta es “una zona de muy alto riesgo” que debería estar totalmente libre.

“Vemos que la afluencia de gente es bastante, lo malo que también hay un tráfico vehicular, vemos a muchas madres de familia que vienen con sus hijos a hacer su despensa y corren riesgo de un atropellamiento. La vez pasada hubo arriba un herido la ambulancia no pudo entrar porque los vendedores no lo permitieron. En caso de algún siniestro va a haber un taponamiento de gente muy grande y puede haber heridos si pasa algo más grave. Como secretario de Protección Civil te puedo afirmar que esta zona tendría que estar libre de comerciantes, es una calle”, expuso.

El funcionario señaló que hay cerca de 100 vendedores ambulantes que “de manera agresiva” impiden las labores de Protección Civil.