* Salvador Rangel, responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, dijo que tuvo que interceder ante grupos delictivos para que permitan presencia de Médicos Sin Fronteras en la sierra de la entidad

 

Fernando Hernández

 

Además de asegurar que ve “casi la totalidad del estado en manos del narcotráfico”, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, reveló que se ha visto en la necesidad de solicitar el apoyo de grupos vinculados con la siembra y cultivo de amapola para garantizar la seguridad del personal de la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras que recorrerá comunidades de la sierra de Guerrero.

En entrevista, el controversial jerarca católico dijo que en fechas recientes acordó con la organización internacional una serie de visitas a pueblos de la Sierra de Guerrero, en los que, debido a la inseguridad, se han suspendido los servicios de la salud pública.

“Ahorita en la sierra muchos centros de salud han sido abandonados, hice un trato con Médicos Sin Fronteras y están trabajando en la sierra en los lugares en los que los servicios de salud pública” permanecen cerrados debido a la inseguridad, comentó el prelado.

El sacerdote se manifestó en favor de la legalización de la marihuana con fines medicinales al señalar que “cualquier medicina ordinaria que podemos comprar en las farmacias, viene de las plantas y si la mariguana produce estos efectos terapéuticos, estoy de acuerdo en que se legalice con fines medicinales”.

Ejemplificó que la heroína se utiliza “normalmente en los hospitales para enfermos terminales o dolores que no se quitan, y sabemos que vienen de la amapola y así como fue legalizada la morfina con fines terapéuticos, también se debe de legalizar la marihuana” con fines medicinales, contrario a lo que señaló la Arquidiócesis de México apenas el fin de semana.

A pregunta expresa, Rangel Mendoza indicó que siempre se corre el riesgo de que se haga un mal uso de las drogas cuando estas son legalizadas para su uso medicinal, y comentó que la regulación de los eventuales excesos de la despenalización de la marihuana, quedará en manos de las autoridades, de los legisladores y del Ejecutivo, que “tendrá que vigilar que se aplique la legislación, los peligros siempre los tenemos, pero la finalidad es buena”, insistió.

El obispo observó que la Sierra de Guerrero es una de las zonas del estado con los menores índices de desarrollo, “en donde la gente vive de una manera muy pobre, y la opción que tienen es la siembra de la amapola, vemos que la falta de oportunidades sociales, en la que nos hacen falta caminos, escuelas, hospitales”:

Otro de los grandes azotes en el estado de Guerrero siguen siendo los narcotraficantes, “yo veo que en todo el estado, incluso en las esferas políticas, se ha introducido el crimen organizado y veo casi la totalidad del estado en manos del narcotráfico”, explicó.

“Lo más grave que veo es que aparte de los jefes del narcotráfico, hay otros jefes más arriba, que son las mafias, y que son gente súper poderosa, gente notable que incluso piden cuotas a los grupos menores de narcotraficantes y es donde ellos tienen que delinquir para poder cubrir estas cuotas que les piden”, reflexionó.

El obispo indicó que las mafias son estructuras que concentran mucho poder, tanto político como económico, y que sus alcances no son sólo nacionales, sino internacionales, “entonces luchar contra estos dragones es muy difícil contra ellos”.

“Para mí la salida –a la violencia en Guerrero— es el desarrollo socioeconómico de la gente, la educación y sobre todo que la gente se vaya empoderando de las ciudades y los pueblos, y si la misma sociedad no salimos a defender a la sociedad, esto se irá empeorando día a día”, anotó.

Consideró que los asesinatos en Guerrero están en aumento, a pesar de “la cantidad de soldados que metan, por más Ejército, la Marina, estos no se terminan y posiblemente podríamos hablar de una política fallida, a la que se tendrán que buscar otros medios”.

Al sacerdote se le recordó que parte de la clase política en Guerrero ha reaccionado en contra declaraciones que ha hecho en las que ha hecho hincapié en la necesidad de que los grupos delictivos pacten con las autoridades para frenar la violencia.

En este sentido el sacerdote mencionó que desde el mismo Congreso del Estado se han desacreditado sus argumentos bajo una interpretación del concepto del estado laico.

“Ha habido diferentes puntos de vista, el Estado laico no quiere decir que se esté en contra de alguna creencia, sino que el Estado laico es el que le da cabida a todos los ciudadanos, y creo que es un error concebir que ser laico sea estar en contra de la Iglesia”, anotó.