¿Aquí un paredón?

 

Por Felipe Victoria Zepeda

 

Ni modo, por más que consiguieron que los canales abiertos y de paga en la TV “se comieran” la singular nota de que en plena ceremonia, ante el presidente Peña Nieto en el Campo Militar No 1 de la capital de la República, la bandera nacional al ser izada se desgarró, una vez más las redes sociales y una tradicionalmente insumisa revista ganaron la noticia.

Ni qué decir de las interpretaciones de esotéricos y metafísicos, poco agradables para reseñar o compartir porque lo que abunda es mala leche contra nuestro presidente en apuros, que ya con el vecino incómodo Donald Trump tiene para pagar por sus pecados.

Quienes se fijan mejor, determinaron que por el aire, al extenderse el lábaro patrio, la franja roja se atoró con las torres metálicas que sostenían las bocinas y así se provocó el desgarre.

NI quien se libre del súper arresto por negligentes a quienes debieron prever y medir las distancias, nada pues atribuible a brujerías ni mal de ojo pues.

Por cierto que en Facebook estuvieron convocando, ahí sí, a una primer sesión de brujería colectiva contra míster Donald Trump para que deje el poder pronto, porque aparte de joder mexicanos en especial, le está partiendo su mandarina en gajos a muchos genuinos paridos en los USA y de plano ya molestó a las grandes mafias y trust  empresariales, para quienes las medidas ejecutivas del nuevo presidente son como echarle un escupitajo al cielo que les salpica.

Quedarse sin mano de obra barata es una enorme torpeza, todavía la obsesión de completar y construir un nuevo muro es muy su capricho, que lo que encierra es un negociazo con las concesiones a constructoras y suministradoras de materiales las contratistas de mano de obra.

Para el mal concepto de corruptos en que Trump tiene a México, hasta se le ocurriría querer cobrarnos si esa muralla la utilizaran aquí de paredón para fusilar ladrones de cuello blanco y funcionarios  deshonestos, como en algunos países asiáticos le hacen para castigarlos.

Imagínense contigua al muro Trump, del lado mexicano una serie de fosas comunes para abonar con cadáveres la tierra sobre la que se cultivarían flores y enredaderas chaparras, ni grandes para que sirvieran como escaladoras, que al cabo para la construcción de túneles hay gente altamente especializada, y de lo que no podrán prescindir es de las dogas que unos 46 millones de adictos necesitan por allá y les llegan de México.

¿Será que entre los planes aún no revelados por el magnate está la legalización del cultivo de ciertas plantas y flores para que entren a los USA bien documentadas, pero sujetas a tributación fiscal, como le hicieron cuando terminó la ley seca en el siglo pasado con los traficantes contrabandistas de licor?

Es una manera no tan peregrina de explicarse el desmesurado afán de Trump por bloquear el paso terrestre a esa Nación; recordemos que no es especialista en política, diplomacia ni buenas maneras, pero sí en grandes negociazos.

México podría provechar la parte buena de la medida, siempre y cuando nuestros políticos le pierdan el miedo a dejar de consentir a los poderosos traficantes, para lo cual míster Trump ofreció mandar sus tropas para someter y exterminar delincuentes que protegen los “BAD HOMBRES” amafiados con delincuentes organizados.

No queriendo algo me latía la noche del jueves para viernes y  madrugué para tener antes de las 7:00 horas en el canal de Youtube y las redes la edición de mi programita independiente “NO LO DIGA”, donde por mera coincidencia comencé la serie de imágenes con la Bandera Mexicana hecha girones en la franja roja, desafortunada premonición que se materializaría pocas horas después en el ex DF.

Claro que no faltó a quienes les cayera el veinte y comenzó el preguntadero incómodo, pero ¿para qué cuestionarme si ya me conocen que acostumbro escribir y publicar vaticinando hechos que               a veces se cumplen?

Lo duro está en que ciertos analistas de oficinas de inteligencia, ahora quieren que les resuelva el acertijo de haber comentado en ese programita de ayer respecto a la turbulencias que pudieran forzar un aterrizaje forzoso de la aeronave nacional mal piloteada y con torpe tripulación, avizorando un indeseable desplome súbito, con eso de que en México no son tan raros los accidentes aéreos en donde se trasladaban funcionarios.

¿Se acuerdan de como murieron Juan Camilo Mouriño Terrazo, José Luis Santiago Vasconcelos y después Francisco Blake Mora, por decir algunos? Pero ni meterse para nada con el carísimo avión enorme cuya adquisición trató y negoció Felipe Calderón Hinojosa para que estrenara Peña Nieto. ¡Chitón perrito! que contra las trastadas del destino y los karmas nadie está blindado ni exento.

-¡Tilín, tilín!- Suena la campanita escolar.

-Maestra Pizarrina, ¿ese desgarramiento de la Bandera Nacional en la capital de México sería un error de puntería en alguna brujería o señal del más allá?

-Serenos morenos, no se me sugestionen ni crean chanderas de charlatanes.

-¿Se rompió nomás porque sí?

-No chamacos, se atarugaron con las distancias debidas para instalar las torres metálicas donde montaron las bocinas para el audio del evento.

-Ujule, ¿como cuando en el zócalo de Acapulco en la campaña de Añorve que vendría Peña Nieto se cayeron sobre los acarreados?

-¡Shhh… cábrense cayones!