* Afectados por las lluvias ocurridas en septiembre de 2013, tomaron las oficinas de esa dependencia para exigir la construcción de viviendas con buenos materiales

 

Fernando Hernández

 

Damnificados por las lluvias que provocaron la tormenta ‘Manuel’ y el huracán ‘Ingrid’ en septiembre de 2013, provenientes de comunidades de Acapulco y de Juan R. Escudero (Tierra Colorada), tomaron las oficinas de la delegación estatal de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) para exigir que se agilice la construcción de sus viviendas, las que no han recibido casi 4 años después.

Entre los manifestantes también se encontraban los afectados que serían reubicados en las viviendas de madre y tablaroca que fueron edificadas en el Fraccionamiento Papagayo, las cuales fueron consumidas por un incendio que ocurrió el pasado 13 de febrero.

El fraccionamiento fue construido para reubicar a familias damnificadas de Tierra Colorada, pero estaban inhabitadas porque los beneficiarios se negaron vivir en ellas porque las edificaron cobre polines de madera, sin cimentación, y con materiales de baja calidad, lo que supone la comisión de un fraude por parte de la empresa constructora.

Los inconformes aglutinados Alianza Ciudadana Democrática, relacionada con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) arribaron a las instalaciones de Sedatu alrededor de las 9:00 horas, desalojaron al personal, cerraron la entrada y colocaron pancartas en las que se reclama el incumplimiento por parte de la dependencia.

“Ahorita estamos con el tema del (Fraccionamiento) Papagayo porque nos urgen de manera inmediata que arranquen con el programa de las viviendas, porque son tres años con cinco meses desde la contingencia, así como compromisos, firmas de minutas y más minutas con los delegados del estado y de la federación, pero hasta la fecha no han tenido la capacidad de resolver el problema o de reiniciar la construcción de las viviendas”, denunció uno de los manifestantes.

Aseguraron que tras el incendio que se registró hace unos días en el citado fraccionamiento, quedó en evidencia un gran fraude por parte de la dependencia federal porque el siniestro puso en evidencia que las viviendas estaban hechas con unicel y madera.

“Les vale madre que el pueblo esté en riesgo nuevamente, nos dimos cuenta que en ese incendio forestal se quemaron alrededor de 21 viviendas y como siempre las autoridades se echan la bolita uno y otro, sin embargo el delegado cuando asumió el cargo, él sabía la responsabilidad y los problemas que tenía que resolver”, expresaron.

Denunciaron que “después de más de tres años no sabemos a dónde fue a parar el recurso del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) o quién se lo gastó, como fue etiquetado específicamente para las personas damnificadas por el huracán”.

“Nosotros creemos que la casas del Papagayo son un fraude, aparte de que nunca estuvieron habitables por el riesgo que corría la gente si se llegaban a ir a vivir ahí, pues estaban montadas sobre madera, entonces no podíamos permitir que la gente se fuera a vivir”, dijo una de las afectadas.

Denunció que “el fin de semana se queman partes de las viviendas, y pues nos damos cuenta del fraude, pues se hacen cenizas, eran de unicel completamente, papel, entonces nos damos cuentas que no invirtieron el recurso necesario para elaborar las viviendas con seguridad”.

Por su parte, el delegado de Sedatu, José Manuel Armenta Tello, manifestó que tras la mesa de diálogo que hubo con los damnificados, estos insistieron en que las nuevas viviendas sean construidas por empresas del estado de Guerrero.

“La gente está solicitando de manera puntual que las viviendas sean del sistema tradicional de construcción y que las ejecuten empresas locales, porque ellos argumentan que las empresas que no son del estado, vienen y con esa tranquilidad, con la que algún día llegaron se van, y ellos han insistido en que las empresas que construyan sus viviendas sean locales para que al menos sepan a quienes le pueden reclamar’”, señaló Armenta Tello.

Detalló en la reunión “les señale que no dependía de la Delegación la contratación de las empresas responsables de la reconstrucción de las viviendas que fueron siniestradas por el incendio, sin embargo su demanda se elevaría a las oficinas centrales”.