* Aunque los diputados del PRD habían advertido que continuarían su lucha, este jueves no hubo mayor intento por tomar nuevamente la Tribuna. Por el contrario, la sesión transcurrió sin mayor contratiempo
Fernando Hernández
Finalmente el tema del incremento a los precios de los combustibles –que aprobaron los diputados federales a finales del año pasado- fue discutido en el Congreso del Estado y por segunda ocasión, las fracciones del PRI y PVEM frenaron los exhortos de las bancadas de izquierda para exhortar al presidente de México a eliminar los aumentos en los precios de los combustibles, así como de suspender las disposiciones establecidas en los artículos décimo primero y décimo segundo de la Ley de Ingresos 2017 de la Federación.
En la sesión de este jueves representantes de los partidos políticos fijaron posturas entorno a los aumentos considerados en la Ley Ingresos por Hidrocarburos y su impacto en los estados.
El tema debió ser debatido en la sesión del martes, pero esta fue suspendida por la Mesa Directiva luego de que diputados locales del PRD, MC y el PT tomaron la tribuna del Congreso después de que una iniciativa del sol azteca, en la que se planteaba un llamado al presidente, Enrique Peña Nieto para que se tomen previsiones ante el incremento de los precios a los combustibles, no fue considerada como un asunto urgente.
En su momento la coordinadora de la Fracción Parlamentaria del PRD, Erika Alcaraz Sosa, defendió que en 2013 su partido votó en contra de los apartados de la Reforma Energética en las que se buscaba la privatización de los hidrocarburos y recursos energéticos.
Puntualizó que tras las aprobación de las reformas estructurales del sector energético han aumentado los niveles de pobreza en México, y esto no es un juicio del PRD si no lo que reflejan los últimos instrumentos de medición en la materia, que se han aplicado en el país en los últimos dos años.
Mencionó que ha habido una interpretación errada de las normas jurídicas derivadas de las reformas energéticas en las que Pemex queda solo como una instancia que “administra contratos” entre particulares y el Estado.
Y cuestionó que los recursos recaudados por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) quedarán en más de un 90 por ciento en manos del gobierno federal y una mínima parte será transferida a las entidades federativas.
Puntualizó que el alza a los precios de los combustibles beneficia a los particulares que mantienen inversiones en Pemex, y en contraparte afecta de manera directa a los ciudadanos, sobre todo a aquellos que no cuentan con vehículo propio, porque son quienes resienten las alzas al precio del pasaje que impondrán los transportistas.
En tanto, Ricardo Mejía Berdeja, ironizó que con el ‘gasolinazo’ el gobierno federal pretende “pagar el muro de Donald Trump”.
Criticó que el gobierno federal buscar matar de “inanición a Pemex” para entre otras cosas: despejar el camino a las petroleras extranjeras para que estas puedan tener el monopolio de la venta de gasolinas dentro del país.
“Hay un colapso del modelo neoliberal, México es un país desindustrializado y que depende cada vez más de los Estados Unidos” comentó el legislador.
Apuntó que las alzas a los precios de los combustibles constituyen una reacción “frente a la amenaza de Trump, que está pidiendo a las empresas norteamericanas que cierren sus plantas en México y que busca jalarlas a su país para competir con China”.
Por su parte el presidente de la Comisión de Justicia, Héctor Vicario Castrejón, a nombre de las bancadas del PRI y PVEM, sostuvo que si bien la medida de incrementar los precios de los combustibles era impopular, fue necesaria por “salud de la República”.
Dijo que la medida es fuerte; “pero postergarla hubiera sido de consecuencias, no sólo dañinas sino imprevisibles, tomando en cuenta las constantes variaciones del peso frente al dólar”.
“Lo que extraña de sobremanera es la actitud demagógica, sospechosa, apóstata y populista de quienes engañan del pueblo y pretenden distribuir culpas”, criticó el priista. (Con información de API)