* Después de las 9 de la noche, zonas del puerto lucen desiertas porque la gente tiene miedo de salir a las calles, mientras que choferes del transporte público dejan de brindar el servicio

 

* “Hoy existen poderes fácticos que no respetan a la autoridad y que imponen su ley de plata o plomo, situación que deja en total estado de indefensión no sólo a los empresarios, sino a todos los ciudadanos”, dice el empresario Joaquín Badillo

 

ANA LILIA TORRES

 

ACAPULCO.— Son apenas las 9:00 de la noche y las colonias populares de Acapulco, conocido mundialmente como el “Paraíso de América”, lucen desiertas. Los habitantes se resguardan dentro de sus casas desde temprana hora y pocos vehículos transitan en las calles, muchas de ellas ya en penumbras.

El miedo por la violencia imparable en el puerto turístico cambió de manera drástica los hábitos de vida y las costumbres de los acapulqueños, que hoy no salen de noche ni hacen vida social como antes.

Habitantes de colonias como La Laja, La Victoria, Renacimiento, Jardín, Emiliano Zapata, Las Cruces, El Coloso, Progreso, La Mira, Petaquillas, La Venta, San Agustín, Arroyo Seco, Sinaí, Izazaga y muchas más, son presa del miedo por los constantes hechos violentos que se presentan, incluso a plena luz del día.

Desde el año 2011 que empezó el fenómeno de inseguridad, las desapariciones, hallazgos de cuerpos desmembrados y brutales asesinatos de hombres y mujeres forman parte de la vida cotidiana y muchas veces ya no causan asombro en la gente.

Sin embargo, la inseguridad ha infundido miedo que se refleja en las colonias, donde los pobladores se han auto impuesto un toque de queda.

“Vivimos en una constante psicosis; ya no podemos salir a la calle sin el temor de saber que no tenemos garantía de regresar a casa”, expresó un transportista que trabaja en la zona conurbada y que prefiere que su nombre no se revele.

Desde hace meses se multiplicó el cierre de negocios en zonas con alta actividad comercial, a causa de las extorsiones y cobros de cuotas.

Zonas como la avenida Ruiz Cortines y La Laja guardan similitud con “pueblos fantasmas”, donde casi todos los locales comerciales permanecen cerrados debido a que en los últimos meses han sido asesinados dueños y trabajadores de estéticas y tortillerías.

En varias zonas de la ciudad no hay transporte público después de las 8 y 9 de la noche, razón por la cual quienes se ven obligados a salir a esas horas de sus trabajos están pasando dificultades para poder regresar a sus hogares.

Desde hace 10 días, taxis colectivos y camionetas suspendieron servicio en la colonia Loma Bonita, a raíz de que ejecutaron a un taxista y un pasajero en la calle principal y anteriormente ya habían sufrido ataques los transportistas de esa área.

 

Colonias de Acapulco, a merced del hampa

 

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Joaquín Badillo Escamilla afirmó que gran parte de las colonias de Acapulco están controladas por el crimen, a pesar de los operativos de seguridad.

Ante los incrementos de violencia e inseguridad y particularmente el cobro de cuotas a comercios, el dirigente empresarial señaló que las estrategias implementadas por el gobierno municipal que encabeza Evodio Velázquez Aguirre, como el denominado “Escudo Acapulco”, han traído cero resultados a los acapulqueños.

“Hoy existen poderes fácticos que no respetan a la autoridad y que imponen su ley de plata o plomo, situación que deja en total estado de indefensión no sólo a los empresarios, sino a todos los ciudadanos”, lamentó el dirigente del CCE.

El también consejero nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) señaló que debido al aumento de extorsiones y cobros de cuotas, el sector empresarial ha sido muy lastimado y sus miembros se han visto orillados a cerrar sus negocios.

“En recorridos que realizamos directamente en donde están los problemas, hemos podido recibir las quejas y súplicas de las personas, en donde no pueden abrir sus negocios si no pagan la cuota”, comentó Badillo Escamilla.

Dijo que es tal el miedo que generan los delincuentes, que la misma policía no realiza recorridos de vigilancia en la ciudad después de las 6 de la tarde y ya nadie puede circular, ni hay servicio de transporte público.

“Colonias como La Laja, La Progreso, La Venta, La Poza, Renacimiento, La Zapata, La Jardín, Pedregoso, La Mira, Petaquillas, entre otras, se encuentran bajo la ley del más fuerte en donde no existe el Estado de Derecho y las bandas delincuenciales son dueñas del territorio en Acapulco”, sostuvo el empresario.

En su reciente visita al puerto de Acapulco el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, junto con miembros del gabinete de seguridad, el funcionario federal dijo que han bajado los índices de homicidios, secuestro y robos en Guerrero.

Aseguró que a partir de la estrategia instalada el pasado mes de agosto en los seis municipios más inseguros de Guerrero, se han logrado bajar los delitos de alto impacto, por lo que se trata de programas eficaces para la entidad.

El viernes, el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, aportó mayor información para ratificar que efectivamente hay una menor incidencia delictiva desde septiembre.

Señaló que antes de que se echara a andar la estrategia de seguridad nacional, hasta agosto pasado se registraron en el estado mil 499 homicidios, 6.14 asesinatos diarios, pero a partir de septiembre fueron sólo 146 asesinatos, lo que representa una reducción del 32 por ciento en este delito respecto al mes anterior.

De manera pormenorizada en cada uno de los seis municipios más violentos en el estado, informó que en Acapulco se presentaron 55 homicidios con una disminución del 45 por ciento; en Zihuatanejo hubo 7 casos, con un decremento del 56 por ciento.

En el caso de Chilapa fue del 29 por ciento menos con 5 casos; en Chilpancingo se presentaron 19 casos, lo que se traduce en una disminución del 24 por ciento, en tanto que en Iguala se redujo en un 20 por ciento con ocho casos y en Coyuca 20 por ciento, con cuatro casos.

 

Cierran hasta 20 negocios por día

 

Cuestionado respecto a las cifras oficiales en materia de seguridad, el presidente del Grupo Empresarial Guerrero, Pascual Romero García, señaló que es totalmente falso que haya una disminución de hechos delictivos en Guerrero y particularmente en Acapulco.

“Quienes vivimos aquí somos quienes realmente vivimos los problemas de inseguridad y que diariamente se dan más de cinco muertos en Acapulco”, dijo.

Señaló que cierran diariamente más de 20 negocios, principalmente en el área de Ruiz Cortines, donde casi todos los locales comerciales están cerrados.

Además, señaló que “no existe vida por las tardes en esa área, así como en las colonias Renacimiento, Zapata, Las Cruces y muchas otras, porque la gente tiene temor de salir a la calle”.

El dirigente empresarial manifestó que la inseguridad es la razón por las que el turismo no llega más que en fin de semana a este puerto, pero es el mismo que segmento nacional que viene cada temporada, de bajo nivel adquisitivo.

“El turismo pudiente no viene, porque la inseguridad es alarmante. Existen operativos, pero no funcionan, porque matan a la gente en sus narices de los encargados de dar seguridad”, criticó.

Como prueba de las fallas de los operativos de seguridad, ejemplificó que el martes pasado hubo una persecución a balazos en Costa Azul y mataron a una persona, en un área que supuestamente está vigilada por las fuerzas federales.

“En Costa Azul el martes mataron a un pobre vendedor de tortillas, que lo único que hizo es trabajar y no hubo nadie que lo protegiera”, dijo.

Señaló que en los dueños de negocios son constantemente extorsionados y prefieren cerrar para irse de Acapulco, “porque la inseguridad no acabará pronto”.

 

Toque de queda en colonias acapulqueñas

 

En la mayor parte de Acapulco la gente se encierra temprano por miedo a la inseguridad, comentó un dirigente transportista que pidió no revelar su identidad.

Señaló que los trabajadores del volante “trabajan hoy hasta las 8 ó 9 de la noche y paran el servicio, cuando antes dejaban de trabajar hasta que amanecía y le entregaban la unidad al del siguiente turno”.

El transportista refirió que hay psicosis entre los trabajadores del volante, porque “si tú subes a las 7 de la noche a dejar pasaje a la colonia Alborada, arriba de la Sinaí, sabes que es posible que no regreses”.

Admitió que es por el miedo y la inseguridad que los choferes se niegan a brindar servicio nocturno, lo que ocasiona el enojo de los usuarios, “pero estamos protegiendo nuestra integridad y el vehículo que está bajo nuestro cargo”, explicó.

Actualmente, la reducción de horario está afectando a los trabajadores, porque “si salen después de las 10 (de la noche) van a tardar hasta dos horas para encontrar transporte, debido a que ya nadie quiere dar servicio a esas horas”, agregó el dirigente transportista.

“Por una dejada de 30 pesos no voy a arriesgar mi vida”, dijo a su vez un joven chofer de taxi colectivo, quien contó que por llevar a una mujer de Las Cruces a la Máquina, en la periferia del puerto, al llegar fue encañonado con una pistola por un hombre que lo cuestionó porque llegaba con ella.

Dijo que por suerte pudo aclarar que no la conocía y que sólo le brindó  un servicio, y pudo salir ileso de esa situación de peligro, que lo hizo decidir a ya no dar servicio nocturno.