* El exgobernador interino señaló que los gobiernos estatal y federal desperdiciaron “horas preciosas” echándose la bolita sobre a quién le correspondía realizar la investigación

 

REDACCIÓN

 

Los gobiernos federal y estatal fueron omisos al reaccionar de manera tardía ante los hechos de violencia ocurridos en Iguala, el 26 de septiembre de 2014, porque desperdiciaron “horas preciosas” echándose la bolita sobre a quién le correspondía realizar la investigación, aseguró ayer el exgobernador interino de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez.

En declaraciones que hizo a la agencia Quadratín en la Ciudad de México, el exmandatario que cubrió el último año de la pasada administración cuestionó la tardanza de la Procuraduría General de la República y las fuerzas federales para lograr la detención de quien fuera secretario de Seguridad Pública de Iguala, Felipe Flores Velázquez, quien es considerado como quien ordenó el operativo policiaco que derivó en los ataques contra normalistas de Ayotzinapa y el autobús donde viajaba el equipo Los Avispones de Chilpancingo, que dejaron 6 muertos y 43 estudiantes desaparecidos.

Ortega Martínez asistió al Encuentro por la Paz y la Justicia, realizado en la Universidad Obrera, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, donde señaló que Flores Velázquez forma parte del rompecabezas para determinar quiénes fueron los responsables de la desaparición de los normalistas y dónde están los jóvenes.

Precisó que “ha habido en un principio, una reacción tardía” de parte de las autoridades, que debieron “haber actuado esa misma noche en búsqueda de responsables”.

Aseguró que “se perdieron horas y días preciosas para la investigación en que las autoridades se echaron la bolita, que si era responsabilidad del gobierno estatal o federal. Ahí ambas estructuras cometieron un gravísimo error de omisión”, consideró.

“Hay piezas sueltas del rompecabezas, los líderes de Guerreros Unidos que no han sido detenidos, se desconoce el paradero de quienes estuvieron involucrados, ha faltado mayor colaboración en la defensa que hace Tlachinollan con autoridades”, añadió.

Ortega Martínez consideró “que en la medida de que los familiares” de los 43 normalistas desaparecidos “estén cercanos al expediente que la Procuraduría (General de la República) va realizando, hay posibilidades de influir e incidir tanto de las organizaciones de derechos humanos para orientar la investigación y dar respuestas a ese tipo de preguntas, de por qué tanto tiempo para encontrar a una persona que es fundamental para la investigación”, dijo refiriéndose a Flores Velázquez.

Cuestionado sobre si no hubo omisión de parte del gobierno que él encabezó durante casi un año, luego de sustituir a Ángel Aguirre Rivero, para encontrar al exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno de José Luis Abarca Velázquez, respondió que “no le correspondía al gobierno de Guerrero la investigación”.

Reconoció que en Guerrero hay territorios dedicados a la siembra de amapola, donde los grupos de la delincuencia organizada se acercan a las autoridades municipales.

“Veintidós municipios colindan con la sierra donde se siembra amapola y cuatro o seis de la Montaña Alta en donde el incremento de la siembra es extraordinario y ya no solamente se cosecha la goma y se envía a Chicago, hay laboratorios donde se fabrica heroína en Guerrero”, dijo.

Y concluyó al asegurar que “la presencia de la delincuencia disputándose territorios y buscando complicidad de autoridades es terrible, no debemos negarlo”.