Temas Cotidianos

Félix J. López Romero

 

Ahora es foco rojo

 

Durante varias décadas Acapulco lideró, como el más concurrido destino de playa de México; los más renombrados artistas del cine internacional, se daban periódicas citas en este lugar, o bien si deseaban de hacerse de un buen nombre dentro del llamado séptimo arte; inclusive hubo como en el caso de Johnny Wesmuller, quien por expresa disposición quiso reposar para siempre aquí.

La siembra y producción de amapola, sobre todo, vino a cambiar las cosas, convirtiendo a campesinos en sembradores, base de los cárteles que desde hace algún tiempo se pelean la plaza.

No es circunstancial que el bello puerto del Pacífico, esté convertido en la actualidad en un lugar que se viene caracterizando por la violencia. El vicepresidente de la CANACO porteña Javier Saldívar, aseguró que la situación es insustentable, habiendo tenido una ocupación hotelera del 70 por ciento, la que antes jamás se había mirado, sobre todo en vacaciones septembrinas, siempre tan apetitosas para quienes viven de este renglón.

Nunca en su ya larga existencia Acapulco está pasando, por su peor etapa en donde la violencia se respira por doquier, desconociéndose si se trata del crimen organizado o es común, pretendiendo darles diferentes matices, para hacerlo parecer la principal razón del trasiego de drogas.

 

Darle mejor aspecto

 

Hace poco menos de setenta años el gobierno estatal, procedió a ampliar la calle Mártires del 2 de mayo, naciendo en su lugar la avenida Alemán, espaciosa si pero sin ningún atractivo, que la haya caracterizado el común denominador, ya que teniendo la oportunidad de arbolarla no se le sembró uno solo para hacerla distinta a las demás.

En días pasados el alcalde Marco Antonio Leyva Mena, anunció un recorrido que hizo por diversas colonias, se tiene contemplada la siembra de árboles en la avenida Alemán, para darle un aire cosmopolita, no el árido que estamos acostumbrados a ver y respirar.

Se considera que este anuncio es tardío, porque faltan escasos meses para que las lluvias cesen, habiendo creado con toda oportunidad cortinas en donde detener, el líquido que nadie aprovecha. Para esto deben alquilarse geólogos, los que deberán manifestar qué terrenos son imperbiables, para sacarles el mayor beneficio posible.

Barrancas como Apancingo, San Miguelito y Pezuapa, bien tratadas servirían para tener una ciudad en constante verdor.

 

Retoman añejo pleito

 

Hace poco más de medio siglo la Compañía Maderera de Guerrero, quien tenía su patio al norte de la ciudad clausuró sus actividades, dejando una barda perimetral de piedra, para delimitar hasta donde llegaban sus terrenos. A muchos años de este suceso los lotes de la maderería fueron vendidos por sus propietarios, naciendo al poco las colonias Rufo Figueroa y la Moctezuma,  las que son ahora manzana de la discordia, ya que los jóvenes que reciben clases en la secundaria José Martí, tienen que hacer por las noches un rodeo para el regreso a sus hogares.

La falta de una buena planificación urbana, han traído como consecuencias pleitos vecinales, sobre todo en las noches porque se carece de alumbrado público, para que el vecindario camine sin sufrir una caída, debido a tal motivo.

Si las calles se hubieran dejado como estuvieron al principio, quizá nada sucedería pero al cambiar el empedrado por el concreto, numerosas gentes han resultado lesionadas, porque los automovilistas no respetan el tope de velocidad, siendo tal el motivo de los accidentes.

En las colonias Rufo Figueroa y la Moctezuma, hacen falta por las noches numerosas luminarias, lo que ha ocasionado asaltos y robos, por encontrarse cerca del mercado más importante de la población.

 

Iguala es un caos

 

Por el hecho que las autoridades no han resuelto, el tan manoseado caso de Ayotzinapa en donde fueron asesinados varios jóvenes, en tanto otros 43 continúan desaparecidos, alumnos de esa institución viajaron a Iguala, en donde lapidaron el palacio de justicia, ocasionando daños al inmueble el que carecía de protección policíaca.

Desde que ocurrieron estos lamentables hechos, la ciudad está convertida en un polvorín; nadie cree en la versión oficial, en el sentido que los estudiantes estén muertos, mucho menos hayan sido quemados en una de las riberas del río San Juan, cercano a Cocula, cabecera del municipio del mismo nombre.

Para dejar en claro este suceso, han sido cesados algunos funcionarios de la Procuraduría de la República, en tanto las indagatorias continúan.