Radiopiratería proscrita…

 

Felipe Victoria

 

Desde 1987 incursioné en la radio haciendo programas en Radio ABC Internacional del DF: el sabatino “La otra cara de la Moneda” y de lunes a viernes dos cortitos a media mañana con Tere Vale y Juan José Arreola; “Quién es quién” y “Apúntenlo en su agenda”; pero al anochecer tuve con Patricia Flores Osuna mi “Diario del Aire”, de una hora de duración con el lema  “escuche hoy lo que leerá mañana”…

Disfrutaba mucho estar en cabina y ser retroalimentado con llamadas de radioescuchas; no teníamos anuncios porque mis patrocinadores así lo dispusieron, igual que para marzo de 1988 concertar la venta de la emisión con el Sindicato Petrolero, donde Joaquín Hernández Galicia apoyaría al Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano…

Conseguir una entrevista exclusiva en las oficinas del PARM con el fundador del PRD y transmitirla en dos partes hizo que me sacaran del aire, aun con el tiempo prepagado…

Ya instalado en Acapulco, colaboré primero con Roberto Barajas Morales en “Usted y la Verdad” en Radio Lobo del 550 AM en Radiorama, donde su operador de cabina e inquieto comentarista era Gamaliel García Barrera y nos tocó transmitir el día de la masacre en el Vado de Aguas Blancas, en Coyuca de Benítez

A Barajas Morales nunca le perdonó Carlos Carrillo que no se esperara al boletín oficial de Comunicación Social con las mentiras a modo con que engañaron al Gobernador Rubén Figueroa Alcocer desde RTG y, le cayó el veto a su gustado programa…

Difícil comprender y aceptar que aunque a las estaciones se les compre el tiempo de transmisión, no hay libertad total de opinar fuerte cuando a los gobiernos se refiera, porque son los principales clientes que quitarían  convenios si los del micrófono “se pasan de la raya”.

Ese fue en México uno de los factores de la creación de radios comunitarias y de las emisoras calificadas de “piratas”, que operan clandestinamente hasta que Comunicaciones las cacha y las clausura si no cuentan con licencia…

Deplorable zafarrancho en Chilpancingo cuando la PGR cayó desmantelando la estación de radio en FM donde transmitía Gamaliel García Barrera…

Cierto que hubo conductas abusivas de parte el MP federal y agentes de la PGR, quienes argumentan haber procedido al cierre de operación porque carecían de la licencia y los permisos correspondientes de la Secretaría de Comunicaciones…pero debemos enterarnos mejor del fondo del asunto:

“Hacen boom estaciones de radio piratas”, reza una nota del 2 de febrero de 2016, dada desde la Ciudad de México: “Entre 2013 y 2015, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, IFT, detectó 235 estaciones piratas de radio y televisión que tendrían que haber pagado por derechos anuales y el otorgamiento de concesión”.

“Alejandro Navarrete, titular de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del IFT, aseguró que en el sureste del país, en estados como Chiapas y Oaxaca, es en donde más estaciones sin concesión se hallaron. En su mayoría, las estaciones de radio tienen un uso comunitario o social, como también de tipo religioso y esotérico, e incluso algunas han sido relacionadas con el crimen organizado”.

“Se instalan sin autorización porque años atrás los permisos demoraban años y la gente se cansaba de esperar. ¡Caramba! ¿qué no basta con que la solicitud esté en trámite para operar entonces…?

Wikipedia en el Internet nos habla de LA RADIO PIRATA y les comento unos fragmentos abriendo comillas:

“Por radio pirata se entiende una transmisión de radio ilegal o no regulada, con la falta de licencia de este tipo de transmisiones”.

“La legislación sobre este tema varía ampliamente de un país a otro. Existen multitud de licencias de radio concedidas, por lo que el término radio pirata suele describir la emisión sin esa licencia de señales de FM, AM u onda corta”.

La “piratería” en la radio comenzó con la llegada de la regulación del espacio público radiofónico. La armada de los Estados Unidos comenzó a usar la radio en la Costa Este hacia la década de 1890. Pronto cuestionaron el uso que los amateurs daban a las señales, que interrumpían o interferían con las militares y desembocó en su regulación. Se aprobó una ley regulando la comunicación por radio el 13 de agosto de 1912. Ésta no prohibía la emisión por parte de amateurs y experimentadores, sino que les asignaba su propia frecuencia y un indicativo”…

En los años 60, en Gran Bretaña el término empezó a referirse no solo al uso no autorizado del espectro radiofónico público por emisores sin licencia sino también al riesgo intrínseco que este tipo de emisiones entrañaban, al llevarse a cabo estas emisiones en aguas internacionales desde barcos anclados y plataformas marinas.

Más recientemente, el término “Radio Libre” se ha venido aplicando a emisoras sin anuncios ni publicidad, donde lo único importante es el contenido emitido.

El mal rato sufrido por Gamaliel García Barrera es muy deplorable, pero “Dura Lex sed Lex” y quizá los hechos no sean constitutivos de ningún ataque a la libertad de expresión radiofónica, pues hay normas y regulaciones de carácter obligatorio que por angas o por angas omitieron en esa empresa y así no hay mucho que alegar…