* En la ceremonia de clausura sólo estuvieron presentes el director Gerardo Díaz y el subdirector Gregorio Salgado, pero el resto de los maestros y administrativos no acudieron

JESÚS SAAVEDRA

El conflicto interno entre maestros y estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa fue evidente este lunes en la clausura de la generación 2015-2019, cuyos egresados acusaron a la planta de trabajadores docentes y administrativos que están en paro laboral, de haber iniciado una campaña de desprestigio en su contra en la búsqueda de afectar a esa institución.
Este lunes egresaron maestros de educación primaria y bilingüe de Ayotzinapa, en donde fue evidente la ausencia de un representante de la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG) y menos aún de los maestros y trabajadores administrativos en paro desde mayo.
Más de un centenar de profesores y trabajadores administrativos están en paro desde mayo pasado, luego que dos maestros fueran rapados por integrantes del Comité Estudiantil de Ayotzinapa y decidieron parar labores hasta que se garantice su integridad.
El evento fue conducido por estudiantes y en el presídium sólo estuvieron presentes el director, Víctor Gerardo Diaz; el subdirector, Gregorio Salgado Cortés; la mamá de uno de los normalistas desaparecidos en septiembre del 2014, Berta Nava Martínez, y el secretario del Comité Estudiantil, Alfredo Conde.
A nombre de la generación ‘La resistencia contra el olvido 26 de Septiembre’, uno de los egresados, Aureliano Xomulco Villalba, aseguro que van a continuar la lucha por encontrar a los 43 estudiantes desaparecidos hace casi cinco años y para exigir justicia por los 10 estudiantes asesinados en los últimos años.
Xomulco Villalba dijo que con su salida de la normal “se va la generación que mantuvo la resistencia acompañando a las madres y padres de los 43 desaparecidos”.
Dijo que eso trajo como consecuencia “retenes en la salida de Tixtla, brutalidad policíaca en nuestras protestas, presión a nuestras manifestaciones, expulsión de nuestros compañeros, difamaciones para deslegitimar nuestra organización representada por el comité estudiantil”.
Aureliano Xomulco señaló que los egresados de Ayotzinapa se van “decepcionados de la planta docente que aprovecha los medios para atacarnos en lugar de promover el diálogo; egresamos con un amargo sabor de boca con profesores contrarios a los principios de autogobierno estudiantil que han mantenido viva Ayotzinapa durante 92 años”.
Acusó a ese grupo de trabajadores en paro de asumir una campaña de difamación “señalando una supuesta corrupción por parte del director y de la estructura del comité, lo desmentimos y reprobamos las palabras de los docentes que señalan que la dirección otorga dádivas a los estudiantes”.
Xomulco Villalba dijo que los recursos que el comité estudiantil “ocupa es destinado a las necesidades del movimiento de los 43 compañeros desaparecidos, durante cinco años hemos mantenido viva la protesta por la presentación con vida de los desaparecidos y ha sido constante en nuestras prácticas”.
Presumió que han realizado cinco jornadas de prácticas en comunidades rurales de Guerrero, “que no han sido en vano y tenemos elementos para evidenciar nuestras capacidades para fomentar conocimientos; los argumentos que promueven el paro de maestros son contrarios a la esencia del normalismo rural que no se encierra en paredes académicas, sino en los cinco ejes que abordamos a lo largo de nuestra estancia en esta escuela”.
Acusó que los “protagonistas de esta oposición son los mismos que en el 2011 mantuvieron el paro por el que protestamos en la Autopista del Sol y que reprimió la Policía Federal asesinando a Gabriel y Alexis; la insensibilidad se reproduce con los maestros en las aulas y no en los pueblos”.
Los llamó además “desestabilizadores” de la Normal Rural y los señaló por “ser indiferentes a la desaparición de nuestros compañeros, y quienes poco les importan nuestros caídos, hoy creen que pueden juzgarnos, menospreciar nuestros esfuerzos y conocimientos, hemos visto el desprecio a la organización estudiantil y a los movimientos que hemos emprendido”.
El egresado normalista sostuvo que “no podrán derribarnos los golpeteos de los esbirros del sistema, quienes cuando la verdadera infiltración estaba presente clamaron y fueron cómplices de la transición, y continúan dañándonos con sus ataques de odio personal”.
Por su parte el director de la escuela, Víctor Gerardo Díaz, dijo que esperaba que esta nueva generación vaya a las comunidades más apartadas “para sacar del atraso a este país en materia educativa”.