SADYHEL ASTUDILLO

Los dos semanas anteriores se ha escrito sobre temas que giran en torno a los animales de compañía, por ejemplo por qué no es correcto llamarlos mascotas, cuales son los cuidados y consideraciones que se deben de tener al momento de adoptar uno, así como sus derechos y libertades de las cuales deben gozar. También se comentó la problemática de cuando estos son usados para fines de lucro como las peleas de perros y la venta de cachorros de raza, así como las alternativas a las actividades “culturales” que involucran la participación o su sacrificio.
Por lo tanto se ha visto el asunto desde la perspectiva de personas que poseen animales, que trabajan con ellos o que están pensando adquirir alguno. Ahora tocará hacer mención de los casos en que no poseen animales pero, desean hacer algo por el bien de los mismos.
Actualmente es muy frecuente ver en las calles recipientes con agua y/o croquetas para que los animales callejeros tenga acceso a comida y alimento, lo cual se entiende como una acción noble, pero no está del todo bien ejecutada.
Tengamos presentes que los animales callejeros se cuentas por un número considerable, por lo tanto el recipiente va a ser utilizado por una mayoría de ellos (lo cual lógicamente, es la intención), sin embargo; si uno solo de ellos posee una infección o una herida y deja un poco de su saliva o sangre en el recipiente, todos y cada uno de los animales que acudan a ese sitio a alimentarse o beber serán contagiados; tengamos presente que existen animales que no son callejeros y que por alguna razón podrían acercarse a beber o comer de ahí.
A lo anterior debemos sumarle que los recipientes con agua a la intemperie son el lugar preferido para la reproducción y crecimiento de mosquitos, entre ellos el encargado de causar enfermedades como el dengue. De igual forma, tanto al alimento como el agua puede crecerle moho u hongos que podrían enfermar a los animales que lo consumen.
Por otro lado, tenemos el hecho de que el alimento que ofrecen para los animales callejeros siempre va a variar, por lo tanto esto no van a tener una “dieta cotidiana” causándoles problemas digestivos e intestinales como diarrea, por mencionar uno.
¿La solución? Siempre que sea posible y en el mejor de los casos, adoptar y rescatar de la calle a alguno de ellos.
La otra opción es ofrecer el alimento y el agua a los animales y esperarnos a que lo terminen para no dejar el recipiente en plena calle y evitar lo anterior mencionado. En el mejor de los casos, identificar al animal al cual “ayudamos” y darle el alimento solo a ese y no variar el tipo de alimento tan drásticamente.
También cabe mencionar para el caso de los animales acuáticos y aves los cuales son los más comunes en ser “liberados” en áreas verdes, lago, ríos, etc. Este tipo de acciones también deben de realizarse con conocimiento ya que al ser liberados estos pueden volverse automáticamente presas o depredadores de otros animales del ambiente, generando un cambio en la cadena alimenticia y en el equilibrio de ese ecosistema.
Por lo tanto, siempre es bueno tomar la iniciativa y realizar buenas acciones, pero es igual de importante el estar bien informados sobre lo que se va a hacer y no solamente hacerlo porque si, ya que muchas veces solamente se generarían más problemas lejos de solucionar alguno.