G13051653.JPG CHILPANCINGO, Gro. Interview/Entrevista-Salvador Rangel.- Entrevista con monseñor Salvador Rangel Mendoza, obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, para el periódico EL UNIVERSAL. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/JMA

* El responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa dijo que acudió recientemente a la parroquia de Yextla, y la presencia de feligreses fue mínima debido a enfrentamientos entre civiles armados que ha habido en esa zona

ALONDRA GARCÍA

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, alertó que los pobladores de las comunidades de la sierra de Leonardo Bravo padecen “hambre” debido a la caída en el precio de la goma de opio y zozobra por la violencia que genera la confrontación entre grupos del crimen organizado.
En entrevista, el prelado informó que este fin de semana visitó la parroquia de San José, ubicada en la localidad de Yextla, para dar seguimiento a los Ministerios Laicales.
Destacó que la parroquia de Yextla es la más extensa de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, ya que abarca un conjunto de comunidades como Pueblo Viejo, La Guitarra, Campo Morado, El Jilguero, El Frío, Chilpancinguito y varias más que bordean la sierra de Filo Mayor.
“Percibí mucho miedo” entre la gente, comentó Rangel Mendoza, quien indicó que “fueron muy pocas personas” a su visita pastoral, pues temían que en el trayecto fueran atacados por hombres armados.
Aseveró que “quienes fueron se la jugaron por el ambiente de inseguridad que hay”, principalmente por la pugna entre los grupos criminales que operan en Tlacotepec y Chichihualco.
Sin embargo, Rangel Mendoza dijo que para él fue “una gran alegría y satisfacción el acompañar a esa gente que está sufriendo mucho”.
“Se les vino abajo el precio de la goma de opio, no tienen gran cosa que comer, los servicios médicos están muy frágiles y en algunos pueblos definitivamente no los tienen, ni los servicios escolares”, comentó el prelado.
También destacó la labor de los sacerdotes que están asignados a aquella zona; aseveró que hacen “una labor admirable, porque a pesar de las balaceras siguen ahí presentes”.
El obispo contó que tuvo la oportunidad de platicar con los sacerdotes de la sierra de Leonardo Bravo.
“Me dijeron que han vivido varias balaceras y que no ven la salida, que ya están perdiendo la esperanza. Eso da tristeza y la gente como puede está comiendo. Es una gente muy martirizada la que está viviendo en la sierra”, comentó.
Cuestionado sobre si en su visita había dialogado con algún líder criminal, como parte de su labor para generar pactos de paz en la zona, el obispo señaló que “fue una visita meramente pastoral”.
Asimismo, indicó que para llegar a Yextla tuvo que subir por un camino de terracería que sale por Chichihualco, con el resguardo de policías preventivos que le otorgó el alcalde de Leonardo Bravo, Ismael Cástulo Guzmán.