* Los representantes de la Provincia Eclesiástica de Acapulco lamentaron además “el desplazamiento forzado de comunidades por el conflicto de grupos antagónicos”

Alondra García

La Provincia Eclesiástica de Acapulco condenó la crisis de violencia que prevalece en Guerrero, porque “no ha disminuido en los primeros seis meses del año”, y el desplazamiento forzado de comunidades por la confrontación de grupos delictivos.
Este jueves concluyó el XXVII Encuentro de la Provincia Eclesiástica de Acapulco que se realizó en Zumpango del Río; el objetivo fue conocer los avances de la aplicación del Proyecto Global de Pastoral y fortalecer la pastoral juvenil en cada una de las Diócesis.
El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González; el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, y el de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga, emitieron un comunicado en el que ratificaron los esfuerzos de la Iglesia Católica para generar condiciones de paz en el estado, a través de la reconstrucción del tejido social.
“Reconocemos el gran esfuerzo que cada una de las Diócesis está realizando para acompañar a las víctimas de la violencia. Nos duele la situación de violencia que sigue imperando en muchos pueblos de nuestro estado, la cual no ha disminuido en los primeros seis meses del año. Lamentamos el desplazamiento forzado de comunidades por el conflicto de grupos antagónicos”, se lee en el documento.
Los jerarcas católicos ratificaron su compromiso por “seguir construyendo la paz, reconciliar a los pueblos y dar esperanza de justicia para todos”.
Particularmente indicaron que la mirada está dirigida a los adolescentes y jóvenes, para que ellos “rejuvenezcan el rostro de las iglesias”.
Advirtieron que hay una tendencia entre los jóvenes a “ser ermitaños cibernéticos y sociales, a vivir en el aislamiento y en la soledad”.
“Es un hecho el deterioro del tejido social”, señalaron.
Por ello, hicieron un llamado a las familias, las escuelas y a la sociedad en general a reforzar la enseñanza de valores.
El arzobispo y los obispos también manifestaron su respaldo a las iniciativas sociales que defienden la familia basada en el matrimonio de un varón y una mujer, al igual que la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
También hicieron un llamado a las autoridades para que se examine y se discierna el contenido de los libros de texto en lo referente a la identidad y la educación sexual de los niños conforme a una recta e integral concepción antropológica.
Por último, los jerarcas católicos anunciaron la próxima consagración episcopal y toma de posesión de Joel Campos Gorostieta como obispo de la Diócesis de Ciudad Altamirano, el próximo 09 de julio.