* Manuel Mireles, quien presentó su libro ‘Todos somos autodefensas’, dijo que se reunirá con el líder de un grupo de policía comunitaria de Guerrero, pero no dijo con quién

* Avaló que el obispo Salvador Rangel se reúna con jefes de grupos delictivos para tratar de pacificar al estado, y reveló que participó activamente en el diseño de la Guardia Nacional

Alondra García

El líder de uno de los grupos de autodefensa que surgieron en Michoacán, José Manuel Mireles Valverde, anunció que se reunirá en privado con el líder de una policía comunitaria de Guerrero, además que hay quienes cometen homicidios que detonan la violencia, con el objetivo de “hacer quedar en mal” la estrategia de seguridad pública
Además, avaló las reuniones del obispo Salvador Rangel Mendoza con los líderes de la delincuencia organizada para tratar de pacificar al estado.
Mireles Valverde acudió este jueves a la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), donde presentó su libro Todos somos autodefensas.
Al término del evento ofreció una conferencia de prensa en la que reveló que se reunirá con una policía comunitaria de Guerrero el próximo sábado 8 de junio, pero no precisó con qué grupo.
“Va a ser una reunión muy privada. No sé el tema, ni el horario, ni el lugar, ni con quién”, respondió escuetamente cuando se le preguntaron los detalles del encuentro.
Recordó que él es miembro de una fraternidad masónica, donde tiene el grado más alto a nivel nacional, y explicó que el encuentro con el líder comunitario fue gestionado por el delegado provincial de los masones, y por ello se maneja con la discreción que caracteriza a esta sociedad secreta.
Cuestionado respecto a la operación de al menos 22 grupos de policías comunitarias en Guerrero, dijo que “siento que todos los grupos deben de tener a alguien en quien confiar en común. Hay que buscar a esa persona en la que confiar y reunirse y platicar”, apuntó.

Avala las reuniones del obispo con el narco

Por otra parte, Mireles Valverde avaló las reuniones del obispo Salvador Rangel Mendoza con los líderes de la delincuencia organizada que opera en Guerrero.
Desde hace dos años, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa reveló que sostiene encuentros con los líderes del narco, con la finalidad de restablecer la paz.
“Ese obispo está trabajando muy bien y ojalá continúe”, comentó al respecto durante la conferencia de prensa.
Aseveró que lo más importante es encontrar a la “gente que desea la paz”, incluso dentro de los grupos delictivos.
Incluso destacó que él tiene como asesor al arzobispo Carlos Garfias Merlos, con quien está coordinando los diálogos por la paz.

Dispuestos a dejar las armas

Mireles Valverde también manifestó su disposición para que los grupos de autodefensa que coordina en 28 estados de la República dejen las armas.
“Cuando la autoridad se ponga a hacer su trabajo, ya no existirá razón para que sigan las autodefensas en ninguna parte de la República. Nosotros tuvimos que asumir esta responsabilidad ante la ausencia de autoridad en nuestros pueblos (…). El día que la autoridad asuma su responsabilidad de darnos seguridad, las autodefensas ya no tendrán razón de existir. No somos mercenarios”, expuso.
Subrayó que él mismo participó en la construcción del proyecto de Guardia Nacional y por ello tiene confianza en el gobierno de López Obrador.
Incluso señaló que algunos integrantes de la autodefensa han manifestado su interés por inscribirse en la Guardia Nacional.
Mireles Valverde también fijó postura respecto a los niveles de violencia que prevalecen en el gobierno de López Obrador.
Afirmó que “ciertas gentes que pertenecen a los niveles superiores del gobierno federal” cometen homicidios que detonan la violencia, con el objetivo de “hacer quedar en mal” la estrategia de seguridad pública de López Obrador.
Explicó que estos personajes políticos ordenen que “le mochen la cabeza a alguien de un pueblo”, después lo tiran en otra comunidad y le colocan una cartulina con un mensaje amenazante. De esa manera provocan que “la gente se mate unos a otros”.

El narco sigue en el poder

De acuerdo con el líder nacional de las autodefensas, la delincuencia organizada sigue enquistada en el gobierno federal.
Durante la presentación de su libro, dijo que el expresidente priísta Enrique Peña Nieto posicionó al crimen organizado en las estructuras de gobierno.
“Atacar al crimen organizado era atacar a la Presidencia de la República”, afirmó.
Sin embargo, reconoció que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador los criminales siguen enquistados en el poder porque Peña Nieto dejó “candados fuertes” para que permaneciera la impunidad.
Señaló que los criminales que son detenidos “no duran ni 72 horas en prisión, porque los jueces y magistrados siguen perteneciendo a Enrique Peña Nieto y su bola de bandidos”.
Apuntó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) “le pertenece” al expresidente Peña Nieto por 12 años más y el Banco de México por otros 15 años.
Además, advirtió que López Obrador “todavía no logra los cambios constitucionales de las delegaciones federales en ninguna parte de la República”.
Mireles Valverde dijo que no entiende como “la nación entera aguantó” el sexenio de Peña Nieto.
Señaló que oficialmente se reconocen 38 mil desaparecidos durante la administración del priísta y 250 mil asesinados, pero indicó que sólo en Veracruz se han encontrado 70 mil cadáveres en fosas clandestinas

Armas, mientras siga la violencia

El líder de las autodefensas consideró que la portación de armas sería una opción temporal para que la población se defienda de los delincuentes.
Aseveró que si las 70 mil personas encontradas en fosas clandestinas “hubieran traído un arma para defender su vida”, los muertos serían otros.
“La gente no murió peleando ni defendiéndose, murió asesinada y eso debe terminar”, sentenció.
Como ejemplo, relató lo ocurrido en su natal Tepalcatepec, Michoacán, donde inició el movimiento de autodefensa.
“El día que tomamos la decisión de morir luchando, el miedo desapareció y la falta de valor fue irrelevante porque ese día los vimos correr (a los sicarios), orinándose y zurrándose con su montón de armas y nosotros con ninguna pinche arma. Nomás porque los enfrentamos, corrieron. Ellos son cobardes, están acostumbrados a matar gente amarrada de pies y manos. No son valientes”, expuso.
Después agregó: “No necesitamos andar armados, pero si es necesario lo tendremos que hacer, aunque seamos humanistas o no. Somos padres de familia y tenemos todo el derecho del mundo de defender nuestra vida, nuestra propiedad, nuestra productividad y lo más valioso, debemos defender nuestra dignidad”.