* Así lo denunció Sandra Luz Román, vocera de Madres Igualtecas en Busca de sus Desaparecidos
Alondra García
La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) incumplió con el pago de viáticos a los integrantes de la brigada de búsqueda de personas desaparecidas que se desplegó lunes y martes en Chilpancingo y zonas cercanas.
El lunes, el colectivo Madres Igualtecas en Busca de sus Desaparecidos inició la segunda etapa de búsqueda de fosas clandestinas en Chilpancingo, con la colaboración del Centro de Derechos Humanos de las Víctimas ‘Minerva Bello’.
El lunes realizaron una búsqueda en campo en dos puntos: un basurero clandestino a un costado de la carretera que va de Casa Verde a Xochipala y una caverna cerca de la comunidad de Coapango, en la sierra de Chilpancingo.
Para trasladarse contrataron cuatro urvans del servicio particular, con un costo diario de siete mil pesos cada una, pero hasta la jornada de este martes no habían pagado el servicio porque la CEAV no les depositó los viáticos.
“No nos dieron ninguna ayuda para la búsqueda”, reprochó Sandra Luz Román Jaimes, vocera del Colectivo de Madres Igualtecas.
Indicó que la CEAV se comprometió a depositar los recursos a cada familia el viernes pasado, pero hasta este martes no habían recibido el dinero.
Se trata de un apoyo de 500 pesos diarios a cada familia, el cual juntan para pagar transporte, alimentación y hospedaje.
Hasta este martes, los colectivos de búsqueda de desaparecidos acumulaban una deuda de 56 mil pesos sólo por la renta de las cuatro urvans.
El argumento que les dio la CEAV, según Román Jaimes, es que la Fiscalía General de la República (FGR) no realizó la solicitud a tiempo.
Sin embargo, subrayó que la FGR realizó el trámite con dos meses de anticipación y “simplemente que no le dieron trámite”.
Por ello, tomaron la decisión de “salir a pedir dinero a la gente” para cubrir los gastos.
“Al final no estamos haciendo nada malo, simplemente buscamos a los desaparecidos (…). Si no nos dan respuesta, vamos a tener que ir a tomar una caseta”, sentenció Román Jaimes.