* Benito Cuenca, vocero de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, ofició una misa de bienvenida a los miembros de la Cuarta Brigada de Búsqueda de Desaparecidos que llegó a la capital

ALONDRA GARCÍA

El sacerdote Benito Cuenca Mayo, vocero de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, hizo un llamado a los tres niveles de gobierno y a las organizaciones no gubernamentales a “hacer un pacto” con la Iglesia Católica para buscar de manera permanente a las personas desaparecidas por la delincuencia.
El presbítero encabezó una misa en honor a la Cuarta Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, que este lunes inició labores de búsqueda y excavaciones en los cerros de la zona poniente de Chilpancingo para buscar fosas clandestinas.
Durante la homilía, Cuenca Mayo se solidarizó con las familias que han perdido a sus seres queridos en el contexto de violencia que se vive en el país.
Desde ahí lanzó un mensaje a las autoridades de los tres niveles de gobierno, a que “unan sus esfuerzos con las organizaciones y con la Iglesia para hacer un compromiso de búsqueda constante” de los desaparecidos.
El objetivo, dijo, es buscarlos con vida “y si no lo están, por lo menos encontrarlos y darles una sepultura digna”.
Subrayó que a muchos de los desaparecidos “se los llevaron sin tener siquiera un mínimo de culpa”.
El sacerdote calificó como “loable” la labor que realizan los colectivos de búsqueda de desaparecidos, pues destacó que traen “esperanza para muchas familias”.
Cuenca Mayo pidió a los colectivos de búsqueda de desaparecidos a poner en manos de Dios la vida de sus seres queridos y a pedir para que las autoridades “se comprometan más en su búsqueda”.
También hizo un llamado a los fieles católicos a “no tener miedo y no acostumbrarse a la violencia” que se viven en el país.
Consideró que hace falta “voluntad política” por parte de las autoridades para resolver la crisis de seguridad que se registra en el país, pero que también falta inculcar en los hijos el “respeto a la vida”.
En su sermón explicó que Dios dotó al hombre de inteligencia, libertad, voluntad y sentimientos y que “cuando el hombre comienza a desarmonizar esas tres facultades, es capaz de volverse contra su hermano”.
El cura puso como ejemplo un pasaje del Génesis, donde Caín “termina arrebatándole la vida a su hermano por la envidia que había en su corazón”, lo que “está registrado en la historia de la salvación como el primer homicidio doloso”.
Apuntó que “esa ha sido la historia del hombre en el mundo, una lucha entre el bien y el mal, entre la bondad y la maldad”.
Cuenca Mayo consideró que “algo anda mal, algo no está bien” en México, “porque no es posible que hoy se hable de más de 30 mil personas desaparecidas y muchas de ellas ejecutadas”.
Por ello, insistió en la necesidad de educar en valores, en inculcar a los hijos el respeto a la vida desde la familia y en las escuelas.
En ese sentido, celebró que la Cuarta Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas también esté trabajando en la reconstrucción del tejido social, además de la localización de fosas clandestinas.
Reiteró que “ante la falta de voluntad política y la falta de solidaridad de la sociedad (…), pase lo que pase y suceda lo que suceda”, las familias y la Iglesia tienen “una enmienda que cumplir”, que es encontrar a los desaparecidos.