*El secretario de Gobierno se reunió con personas que están refugiadas en Chichihualco desde noviembre del año pasado, luego de que huyeron de sus pueblos en la Sierra debido a la violencia

Jesús Saavedra

El secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, aseguró que en Guerrero no puede haber encono o confrontación, porque de lo contrario se perdería de vista “lo que verdaderamente importa y es que haya paz y justicia en nuestra entidad”.
Los comentarios fueron hechos por el funcionario este sábado, luego de la rechifla que el gobernador Héctor Astudillo Flores recibió este viernes en Tlapa en un acto donde estuvo el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Salazar Adame estuvo en Chichihualco, cabecera de Leonardo Bravo, donde encabezó una reunión con familias que abandonaron sus pueblos en la Sierra debido a la violencia, quienes viven en el auditorio municipal desde el 11 de noviembre del año pasado.
Explicó que ese encuentro se acordó el viernes en una reunión con familias desplazadas y autoridades de ese municipio y “fue sumamente útil, hubo intercambio de opiniones y este domingo habrá una reunión de alto nivel para acordar algunas propuestas que les daremos a conocer, estamos trabajando de manera puntual, responsable para que puedan volver a sus comunidades de manera segura y ordenada”.
Afirmó que el gobierno estatal busca mejorar la estancia de los desplazados en Chichihualco, con “alimentación, asistencia médica y servicios sanitarios para que los problemas que puedan tener sean resueltos”.
Aseguró que “el gobernador está muy atento a este problema en la Sierra, sabemos su grado de complejidad y hoy nos toca vivir situaciones amargas, pero es nuestro deber salir adelante”.
Al referirse a la visita del presidente, Andrés Manuel López Obrador, a Tlapa, dijo que “en efecto al gobernador lo abuchearon los de Morena y el gobernador le dijo al presidente que merecía respeto, como el gobernador le da respeto al presidente, porque imagínense si viene el presidente y lo llevamos con personas que están contra él y creo que eso no es responsable, el presidente es de todos y el gobernador es de todos, el presidente municipal de todos y eso debemos entender”.
Por ello, Salazar Adame indicó que si “en cada evento nos ofendemos, nos insultados o nos faltamos al respeto, vamos a perder de vista lo que importa y lo que importa es que haya paz, justicia, seguridad, desarrollo, empleo, comida en la mesa, que los muchachos vayan en la escuela y en eso debemos trabajar todos, debemos trabajar todos para resolver la problemática en la Sierra y que las familias regresen a sus comunidades”.
En el acto, el delegado de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en Guerrero, Hipólito Lugo Cortés, señaló que esta problemática “nos preocupa”, y “por eso los acompañamos para pedir que se garantice condiciones de atención y crear condiciones para que regresen a sus lugares de origen, las autoridades deben poner su mayor esfuerzo para garantizar una estancia digna, tienen el apoyo y solidaridad de la CNDH”.
Un desplazado de la comunidad de Carrizal de Bravo pidió que las autoridades cumplan los compromisos que van a firmar en una minuta el próximo lunes, porque “queremos vivir en paz, somos gente trabajadora que nos hemos dedicado a un empleo honesto y desgraciadamente tenemos dos meses sin tener un ingreso, queremos regresar a nuestras casas”.
Una señora desplazada de la comunidad de Polixtepec le explicó al secretario de Gobierno que su familia tiene 3 años padeciendo la violencia “a mi familia la asesinaron, nos salimos porque nos amenazaron de muerte y decidimos salir el 17 de noviembre del 2015 y nunca el gobierno nos ha atendido”.
Explicó que a pesar de que refugiaron en Chichihualco, hace unos meses asesinaron a otro de sus hijos y señaló que “vivimos en casa prestada, no tenemos trabajo, no nos hace caso y nos han dejado abandonados, les pedimos que tengan conciencia que nos den ayuda”.
En la reunión participaron desplazados de Campo de Aviación, Los Morros, Filo de Caballos, quienes pidieron a Salazar Adame que se restablezcan las condiciones para que vuelvan a sus hogares y que se retire la policía comunitaria de Tlacotepec que ha tomado el control en comunidades de Chichihualco que se encuentran en la franja carretera que comunica con la capital.
El alcalde de Chichihualco, Ismael Cástulo Guzmán, manifestó que también es desplazado por la incursión de la policía comunitaria de Tlacotepec, pues su domicilio está en Los Morros, por lo que pidió y a las autoridades estatales y federales intervengan para que se regularice la vida de miles de familia en la Sierra que han sido afectadas por la violencia que se vive en esa zona de nuestra entidad.