* Monseñor Salvador Rangel dijo que estableció comunicación con líderes de grupos criminales en esa zona para construir una tregua

Alondra García

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, advirtió la posibilidad de que se recrudezca la violencia en la sierra debido a la caída en el precio de la goma de opio que se extrae de la amapola y que sirve para fabricar la heroína, porque la demanda de esta droga bajó en los Estados Unidos. 
El prelado visitó este martes el municipio de Iguala, en la región Norte del estado, para oficiar la misa en honor al santo patrono de la parroquia de San Gerardo María Mayela. 
En entrevista al término de la celebración religiosa, Rangel Mendoza advirtió que la violencia podría repuntar en las comunidades de la sierra de Guerrero, por lo que ya estableció comunicación con los líderes de los grupos delictivos que operan en la región para construir un pacto de paz. 
“Yo sí veo peligro de que se agudice el problema (de violencia) en la sierra porque ahorita hay muchos odios de grupos contra grupos”, advirtió el obispo. 
Además, expuso que la caída en el precio de la goma de opio ha obligado a los grupos criminales a diversificar sus acciones para obtener recursos, por lo que ahora se registra un repunte en delitos como la extorsión, el secuestro y los asaltos. 
De acuerdo con el obispo, hace tres años los campesinos vendían el kilo de goma de opio en 35 mil y hasta 40 mil pesos, pero actualmente el precio ronda los cuatro mil pesos. 
“Ya no es negocio para los campesinos que siembran amapola y recogen la goma de opio”, apuntó. 
El motivo, según Rangel Mendoza, es la llegada de una nueva droga oriental conocida como China Blanca o China White, elaborada a partir de fentanilo, que es más barata y “mucho más potente que la heroína”, y está “está invadiendo los mercados donde antes se vendía la heroína”. 
Esta situación, dijo, “está provocando otros problemas, como la violencia, porque los grupos que se mantenían (de la venta de heroína) ahora se dedican a asaltar, secuestrar y robar”. 
Por ello, hizo un llamado a las autoridades para que implementen proyectos productivos en la sierra que le den “otra manera de sobrevivir” a los campesinos que se dedican al cultivo de la amapola. 
Reveló que el lunes de la semana pasada se reunió con el líder de un grupo criminal y que este miércoles platicará con otros dos “tratando de mediar”, para evitar una escalada de violencia en la región. 
“Hay grandes diferencias, cosas que no se pueden arreglar de la noche a la mañana. Se necesita mucha voluntad, mucho corazón (…). Estamos buscando la paz, que entre los grupos de la sierra haya por lo menos una tregua”, comentó.