* Sus padres vienen a la capital a bloquear la Autopista del Sol

Bernardo Torres

A causa de un paro de labores que 28 trabajadores entre docentes, administrativos e intendentes iniciaron hace cinco meses en la Escuela Secundaria Federal “Otilio Montaño”, alrededor de 600 alumnos no han podido iniciar el ciclo escolar, y los padres se vieron obligados a trasladar su protesta a la capital del estado.
Una comisión de 30 padres de familia, luego de más de cinco meses sin clases en dicha institución, acudieron a Chilpancingo, a exigir al contralor interno de la Secretaría de Educación, Ramón Apreza Patrón que les diera la cara, pues el último encuentro los sostuvieron con dicho funcionario, y dijo que el conflicto ya estaba solucionado.
Sin embargo, al inicio de este ciclo escolar los 28 trabajadores siguen sin presentarse a laborar, y sólo 17 maestros se han presentado, pero son insuficientes para atender a los 600 alumnos originarios de por lo menos 10 comunidades, además de la cabecera municipal.
Desde la mañana que llegaron a Chilpancingo, intentaron establecer contacto con funcionarios con capacidad resolutiva, pero no obtuvieron respuesta, por lo que alrededor de las 14:00 horas, acudieron a manifestarse a la Residencia Oficial Casa Guerrero, donde nunca les fueron abiertas las puertas, incluso les colocaron vallas con candados, lo que elevó aún más la molestia de los padres.
Ante la nula atención, decidieron trasladar su protesta a la Autopista del Sol, a la altura del punto conocido como “El Parador del Marqués”, donde bloquearon pro espacio de media hora los carriles en dirección “Sur-Norte”, a fin de presionar a las autoridades, pero los primeros en llegar fueron policías que amagaban con desalojarlos.
Finalmente, luego de que sólo acudían agentes del Gobierno Estatal, que a pesar de decenas de llamadas no lograron concretar ninguna solución, arribó hasta este punto el secretario técnico de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Jorge Sotomayor Landeta, quien les propuso una reunión para dos horas más tarde.
Los padres, quienes llevaban todo el día en Chilpancingo, advirtieron que en dicha reunión esperaban una respuesta resolutoria, de lo contrario no regresarían a Copala y mañana mismo (mares) estarían reanudando sus protestas, ya sea bloqueando avenidas, oficinas y la propia Autopista del Sol.
Un grupo de alrededor de 50 policías, entre estatales y federales estaba apostado a un costado de la movilización, esperando la instrucción de su superior para desalojar a los manifestantes, a quienes finalmente se les concretó una reunión con el contralor interno de la SEG, Ramón Apreza. (API)